tag:blogger.com,1999:blog-50681767295143917062024-02-07T19:06:29.146-08:00La luz de mi faroEl blog de Ana Perea. la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.comBlogger62125tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-16837552109224764812021-10-29T04:11:00.001-07:002021-10-29T04:26:09.250-07:00Fantasía<p>Los vivos trabajamos con fantasía para recordar a los
muertos. Fantasía de amor engrandecido o de odio desmesurado. Pero, al fin y al
cabo, fantasía. Fantasía para hacerles partícipe de un presente que ya no
tienen. Para que sientan qué y cómo nos sentimos. Qué nos ha pasado. Que lo
vean. Y hasta les pedimos opinión. Les preguntamos. <i>“¿Lo hice bien?, ¿tú qué
hubieras hecho si no estuvieras muerto?”</i>. Y nos imaginamos la respuesta con
fantasía de amor o de odio. Porque a los vivos nos encantan los extremos, los
bandos, el sí o el no. Los grises y las medias tintas casi nunca nos sirven. Y
si nos sirven, los tiramos a la basura como a un medio limón seco en el
frigorífico.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">A nadie se elogia más que a un muerto. Bien por compromiso,
admiración o arrepentimiento. Se ve esto muy nítido en el terreno de los
genios. Podría hablar de la incomodidad que producen los genios vivos en este
país y lo que gustan los genios muertos, pero ese es un melón que no voy a
abrir ahora.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo he venido a hablar de la fantasía que utilizan los vivos
para recordar a los muertos. Y esta fantasía, a veces, deja unas anécdotas
populares dignas de ser contadas. Aquí adjunto una tan verídica como un chiste
de Paco Gandía. Lugar: Sevilla. Testigo: la madre que me parió. Protagonista: una
mujer que llena con consumismos varios el vacío que le acaba de dejar su señora
progenitora. (Acto extendidísimo en nuestra especie el llenar cualquier
carencia con múltiples baratijas). Y como los jefes empresarios lo saben, a mi
madre los suyos le llenaron la tienda con modelos nuevos de vestidos. La
protagonista, que podría ser cualquiera, picó el anzuelo del empresario y le
dio a mi madre motivos para ganarse el sueldo. Vamos, que entró en la tienda a
mirar vestidos y se llevó dos. Cuando esta mujer, que podría ser cualquiera,
pasaba la tarjeta por el datáfono, mi madre correcta y empática, con rasgos de
psicóloga por la universidad de la calle, le preguntó a la protagonista por los
achaques de la suya. <i>“Mi madre murió”</i>, dijo. Y la mía, sorprendida, puso gesto
comprensivo al lamentar la pérdida. Pero la sorpresa vino segundos más tarde:<i>
“De hecho, aquí la llevo”</i>, volvió a decir. Y abrió la bolsa de plástico. Los
ojos de mi madre fueron como dos bocas de volcán. Por grandes, digo. Allí
estaba la urna diminuta con el ya polvo de la difunta. Una urna que iba de
compras con su hija y una hija que no contemplaba ninguna rareza en cargar con
ella porque probablemente su madre le habría acompañado en multitud de
ocasiones a elegir vestidos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Como bien decía, yo he venido a hablar de la fantasía que
utilizan los vivos para recordar a los muertos. Para juicios están jueces y
fiscales. E incluso los curas de la Iglesia. Esa protagonista no es más que una
ciudadana del mundo que le pide opinión al fantasma de su pérdida. Y le
pregunta por vestidos en medio de un transcurrir callejero que supera con
creces a cualquier ficción. Así somos los vivos. En mayor o menor grado.
Fantásticos para recordar a nuestros muertos. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1uEbOB8PLWznOzKUV4sukZwK-eZbubqRjRRCINhlXe3_Ba5vgGe6uOqnAvRlZJH34SwJETnUyBQtbKuAPupmMguxCLjyaGSjgnFDxT-LmB23GB7zVGmMW9DxHhG0d6V_2eXl7fVVhO_WK/s2048/IMG-9906.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1uEbOB8PLWznOzKUV4sukZwK-eZbubqRjRRCINhlXe3_Ba5vgGe6uOqnAvRlZJH34SwJETnUyBQtbKuAPupmMguxCLjyaGSjgnFDxT-LmB23GB7zVGmMW9DxHhG0d6V_2eXl7fVVhO_WK/s320/IMG-9906.jpg" width="240" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-37189831071971798322021-05-18T05:32:00.000-07:002021-05-18T05:32:29.028-07:00Luis García Montero: el lector. <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrmx1BJHimXMi2GUS9yIELMBljO6A8_oRjbyO88CsWihPjSDRerK263TIkUB8dgtOnXuU8x4ZXJQjaosigNr77ruIa9Y71MB2mmnacEBK3P3LbPKCKTtfmS1ZceAc-Jh8fGMFhbZita0k/s2048/IMG-9568.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1733" data-original-width="2048" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrmx1BJHimXMi2GUS9yIELMBljO6A8_oRjbyO88CsWihPjSDRerK263TIkUB8dgtOnXuU8x4ZXJQjaosigNr77ruIa9Y71MB2mmnacEBK3P3LbPKCKTtfmS1ZceAc-Jh8fGMFhbZita0k/w400-h339/IMG-9568.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal">A la tercera va la vencida y a la tercera ha sido. El
refranero español dicta leyes, que no los reyes. Luis ha llegado al blog, entre
reunión y reunión, dibujándole al faro una silueta de calma, pero fluida. Como
la que un pintor espontáneo garabatea en una servilleta mientras reposa la
comida. Ese es su estado natural, la calma. Calma y temple del que aporta
bondades y cultura al mundo sin ningún tipo de presunción. Y con el mérito del
que selecciona sus espacios perfectamente acotados, a pesar de tener la agenda
repleta de quehaceres. De Luis aprendió Dios el llegar a todas partes. Cero
dudas de esto. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Desde el año 2018 dirige el Instituto Cervantes con una
batuta de sabiduría, carisma y amor por las letras siendo fiel seguidor del
famoso manco de Lepanto. Pero él no es manco. Posee una brillante y política mano
izquierda. Piensa antes de hablar. Escucha para responder. Empatiza con los
diversos argumentos del exterior y observa sus detalles antes de contarlos. A
la vieja usanza, como los buenos maestros. Y por eso, todos los que gozamos la
fortuna de tenerlo cerca, duplicamos los años de vida. Para él, estar al mando
de la institución que cumple treinta años y protege al español por todo el
mundo es motivo de alegría. Si Cervantes atravesara las puertas de la calle
Barquillo, Luis no dudaría en compartir con él ciertas ironías quijotescas y le
mostraría con entusiasmo el cuadro de Jáuregui que preside su despacho. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El que observa es porque sabe mucho y si sabe mucho es
porque ha leído bastante. Todas sus facetas (escritor, poeta, ensayista,
profesor…) nacen de una: el lector. En ella resalta su auténtico yo. La única
etiqueta que se cuelga. La lectura es la semilla de Luis y de ahí nacieron sus
diferentes ramas. Fuertes y fascinantes todas ellas. Entiende mejor el presente
político con las bases de Antonio Machado, Federico García Lorca o Teresa de
Jesús entre otros muchos autores. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Aunque reside en Madrid, su auténtico oasis es la bahía de
Cádiz y desea que su paso por esta vida termine allí. Quizás, por aquello de
que todos somos de esos lugares donde nos esperan. Allí lo espera la reunión de
poetas amigos, hasta los que ya no están en este plano. Porque los muertos
poseen una segunda vida, que late en las lenguas de todos los que los
recuerdan. Ángel González y José Manuel Caballero Bonald, por ejemplo, siempre
tendrán un amplio espacio en su corazón. ¿A quién no le gustaría haber vivido
una de esas sobremesas eternas con olor a mar? Con Sabina, Felipe Benítez
Reyes, Almudena Grandes (mujer de Luis). Literatura viva. Yo le he confesado que
ese hubiera sido mi lugar favorito en el mundo. Y él sonríe y asiente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>“Aunque tú no lo sepas, con los años, este desorden
fundará tu vida como los ríos fundan sus ciudades”.</i> De toda la antología poética de Luis, a mí me
marcaron esos versos porque con el tiempo los entendí. Porque los desórdenes
crean nuevas oportunidades. Él entro en la universidad cuando había que vencer
una dictadura para crear una democracia y eso le dio el compromiso social que
mantiene en su día a día. Sus artículos domingueros en <i>Infolibre</i> dan fe de esto
y lanza un discurso progresista en el que nos muestra a la altura de los ojos
que estamos a tiempo de cambiar cualquier desigualdad mundana y exaltar los
derechos humanos para buscar una buena salida.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y a la salida de esta charla llega Luis recitándome cuatro
versos propios: <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>“Si alguna vez la vida te maltrata,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><i>acuérdate de mí,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><i>que no puede cansarse de esperar<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><i>aquel que no se cansa de mirarte”. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">A la tercera fue la vencida, pero lo conseguimos. Este faro
cada vez que se sienta maltratado acudirá a este rato agradable para brillar
con tu presencia, querido Luis. Gracias por la compañía y tu tiempo. <i>“Aunque
tú no lo sepas”</i>, con la cultura de la palabra has fundado un imperio en el
que no existe el desorden. Gracias, Luis. <o:p></o:p></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_70156373" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_70156373_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>
la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-23415309402772832012021-04-25T12:45:00.000-07:002021-04-25T12:45:31.052-07:00Mi gabardina. <p class="MsoNormal">Cuando he querido darme cuenta, ya había guardado los abrigos
y tenía puesta la gabardina: ha pasado abril. Nadie me lo robó. Lo exprimí. Ahora
las siluetas de sus días se desvanecen y el futuro huele a mayo. He gastado
mucho tiempo en soñar y esto me ha llevado a sentirme libre y real.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La gran mayoría de nuestros actos son inconscientes. Vamos
muy deprisa. Hablamos, hablamos sin parar. “Buenos, días”, “ya voy”, “yo
también”, “igualmente”, “te aviso cuando llegue”, “y, ¿Qué te dijo?”, “tengo
hambre”, “voy a lavarme los dientes”, “mañana a las ocho”, “estoy bien”,
“adiós”. Hablar es un acto más involuntario, que racional. Sin embargo, algunas
palabras nos dan miedo. No las pronunciamos por terror a sus consecuencias. Y
puede que sean hasta las más importantes, pero se pierden en las cavidades más
hondas. Y perdidas se acomodan en la espalda, en el estómago o en la cabeza. Y
perdidas se convierten en dolores. Y los dolores en peligro. Y hay mucho miedo
para tan poco peligro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">De pequeña, me entretenían esos juegos míticos de plástico
en los que una bolita diminuta y metálica divagaba por un laberinto. Los
compraba en las tiendas de veinte duros, antes de que evolucionaran a chinos. Los
sostenía con una mano. Que la bola llegara a la casilla final era más cuestión
de azar, que de maña. Estaban mal hechos de fábrica para que el objetivo quedara
más lejano. Por eso, generaban cierta adicción boba en el cerebro. Eran aptos
para tercos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La vida de abril se me ha parecido mucho a ese juego de mi
infancia y me ha pulido tanto como la piedra que se convirtió en “David”. Hoy quería
destacar ese laberinto. Sus vueltas. Porque mi bola ha entrado en un lugar no
preestablecido, pero soñado. Mi abril no me ha llevado a Roma, pero sí a mi
paz. La paz. El único elemento humano que, cuando lo sentimos, se vuelve
innegociable. La paz no tiene distancia, ni tiempo, ni palabras perdidas. Tiene
un ¨te quiero¨ de frente y a los ojos, que reúne todas las propiedades para
mantenerla a su temperatura ideal. La paz es el terreno fértil donde cualquier
cosecha quiere crecer. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ahora que ha pasado abril, siento que nadie me lo robó. Lo
exprimí con valentía y no he desperdiciado nada. Las marcas deambulan debajo de
mi gabardina. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs_tmt1HG1dFqe9i3MtavaMweCtFavZN935LJppiL-huqgomRlIzEsRbEe7teBxA18BfbzCa9wVdaI-GDlBcmtbxoOH-RjoV9PXpjW2QOxku6PgnnRY36peCC0sDYjm0BPcgl9LgJH6OP0/s1301/IMG-8776+%25283%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1301" data-original-width="743" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs_tmt1HG1dFqe9i3MtavaMweCtFavZN935LJppiL-huqgomRlIzEsRbEe7teBxA18BfbzCa9wVdaI-GDlBcmtbxoOH-RjoV9PXpjW2QOxku6PgnnRY36peCC0sDYjm0BPcgl9LgJH6OP0/w229-h400/IMG-8776+%25283%2529.jpg" width="229" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-37109806238074573022021-03-29T12:59:00.000-07:002021-03-29T12:59:57.828-07:00La Macarena: la mayor influencer. <p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNpM6wwxZo5KAMS1SdFhgrU3SOu-VPvYVybZtL0d0uGpY1n_ahjkAxD3unEUNimN4zMps-oQsmgKS9HVggS4fXWNxM43zme-SA0lEpNdOCuGF_yhPdtkLbsK87n-U3Xps631SC_hfyrPUd/s2048/IMG-8016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1459" data-original-width="2048" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNpM6wwxZo5KAMS1SdFhgrU3SOu-VPvYVybZtL0d0uGpY1n_ahjkAxD3unEUNimN4zMps-oQsmgKS9HVggS4fXWNxM43zme-SA0lEpNdOCuGF_yhPdtkLbsK87n-U3Xps631SC_hfyrPUd/w400-h285/IMG-8016.jpg" width="400" /></a></div><br /><p>Una aclaración: estas palabras no son de una católica
apostólica romana. Son de una chica que venera, por encima de sí misma, las
tradiciones andaluzas con las que creció y que tiene un ideal de Jesús como un ser
de luz tan carismático y adelantado a su tiempo, que le hubiera encantado ser su
amiga. La gente que hace por el pueblo y es del pueblo no debe morirse nunca,
porque nos salva siempre. Dicho queda.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El mundo, tal y como lo conocemos, tiene divisiones:
izquierda o derecha, blanco o negro, zurdo o diestro, Cádiz o Jerez, playa o
montaña, Real Madrid o Barcelona, Sevilla o Betis, la Esperanza de Triana o la
Macarena. El que niegue esta realidad, que no siga leyendo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ahora resurge una nueva corriente que palpo a mi alrededor
en todos los ámbitos y que me encanta: las nuevas generaciones rescatan lo <i>vintage.</i>
Lo antiguo. Lo que vivieron nuestros ancestros. Y lo dibujan en el lienzo del
presente. Ropa, pintura, teatro, música, literatura, gastronomía… Y este hecho
demuestra una verdad absoluta: todo está inventado. Alguien lo puso antes que
nosotros y reconocerlo nos genera riqueza y un crecimiento intelectual brutal.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Como estamos en Semana Santa y soy sevillana, voy a traerme
con términos actuales y modernos a un icono de mi tierra: la virgen de la
Macarena, la mayor <i>influencer</i>. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Macarena no es de Sevilla, es del mundo. Hasta mi tía en
un viaje a Puerto Rico se encontró su imagen en la guantera de un taxista. Y
ser del mundo es existir por encima de kilómetros, razas, fe, política e
idiomas. La cara de esa virgen es universal. Hay réplicas repartidas por el
globo terráqueo. Su basílica, dicen los estudios, que es el tercer lugar más
visitado del planeta. No es invención propia, ni ombliguismo andaluz. Yo no
conozco la gloria, pero juraría que se asemeja al ambiente que respiro cuando
atravieso el arco amarillo entre vestigios árabes. Su barrio homónimo lleva en
los genes la diversidad desde el principio de los tiempos. Hay sitio y amor
para los vecinos de siempre, para el negro, el moro, el chino y el ausente. La
calle san Luis es una tráquea multicultural de adoquines que conduce en línea
recta al corazón lleno de Esperanza. Por eso la esperanza se llama Macarena y
esperanza encuentra el que se emboba con su perfil. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Igual que existe la moda de caballero, de señora, de niños o
de trajes de flamenca, en el gremio de la Semana Santa, también se dan ciertos
patrones a la hora de vestir a las imágenes que procesionan. Un Nazareno puede
portar la túnica lisa o bordada. El manto de una virgen puede ser pintado o de
terciopelo liso o bordado en oro o en plata. El encaje que rodea la cara (llámese
pecherín) puede ser de un color uniforme y básico como el beige, o con pizcas
de color. La Macarena es simbólica hasta para eso. Continuamente vemos en redes
cómo la actriz de moda agota el último vestido de Zara. Y lo agota porque lo
copiamos. La Macarena es esa actriz de moda en el ámbito de las vírgenes. No
hay ni un solo vestidor o camarera que tenga el trabajo de vestir advocaciones
marianas y que no le haya echado una mirada rápida a la Esperanza Macarena. Y
si no se la ha echado, debería. Ella es el buen gusto donde nada sobra, ni
falta. Es el canon. La elegancia. Si lo lleva puesto la Macarena, yo también,
aunque no quede igual. Cualquier trozo de tela en sus hechuras es verdad
absoluta e indiscutible. Su vestidor actual pasa completamente desapercibido.
No presume porque no carece. Actúa sigiloso como un líder mundial auténtico,
cuyo manejo del mundo no conoce ni Dios. Ese es el poder real. ¿En qué piensa
ese hombre, de mirada baja y tímida cuando le coloca a la virgen las cinco mariquillas
verdes que le regaló Joselito el Gallo? Nadie lo sabe. Pero esas mariquillas
tienen nombre propio. Aunque las veas de pasada en el confín de la tierra,
sabes que huelen a Esperanza. Porque son solo de Ella: la mayor <i>influencer </i>de
Sevilla.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Qué tendrá esa talla anónima que maravilla hasta al más
ateo? ¿Será el brillo en los ojos? Que ni las estrellas que se bañan en las
noches de verano en el Guadalquivir igualan su brillo. ¿Será su cara de mujer
morena? Símbolo racial de Andalucía, la inspiración de Romero de Torres. ¿Será
que ríe su pena? ¿O la llora y nos engaña a todos? ¿Será ese poderío que gasta al
regalar cobijo tras un escalofrío repentino? ¿Qué será? Nadie descifra el
misterio de seguidores de la matriarca de Sevilla. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Como bien decía antes, el mundo tiene divisiones, y aunque
yo tenga un ancla marinera en la mesita de noche y parte de mi corazón en la
orilla trianera, la razón no quita el conocimiento. Y al que se lo quite, sepa
que no lleva la razón. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>“Como Tú, ninguna”</i>, recitó el poeta Antonio Rodríguez
Buzón. <i>“Pasa la luz, pasa Sevilla, pasa la madre de Dios”, </i>le cantó
Carlos Cano. <i>“Con la Macarena comulgo”,</i> escribió Manuel Machado. Marujita
Díaz, Juanita Reina y tantos y tantas… Generaciones enteras. Lluvia de corazones
rojos para Ella. Lluvia que aún hoy cae desde cualquier cielo sin disminuir la intensidad.
<i>“Me gusta”, “me gusta”, “me gusta”.</i> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y, ¿Qué tiene el rostro de la Macarena para movilizar tantas
cabezas? Si hasta los más estudiados en Historia del Arte no hallan el enigma.
No es cuestión de examen. Tampoco de fe. Entonces, ¿Qué será? <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo creo que son sus manos. En ellas guarda el secreto y lo
alza tan a la vista, que nadie lo ve. Sus manos se encienden por las noches
como un par de luciérnagas y adquieren el color del sentimiento que todos
andamos buscando. El único que guarda Pandora con recelo: el verde, verde
esperanza. Al caer la noche, cuando la última pisada se pierde en el silencio
de su basílica y su barrio duerme, Ella recarga sus manos y al día siguiente,
como un hada madrina que levanta su varita y cumple deseos, ella salpica el
polvo mágico de la esperanza sin dejarle espacio al vacío. Yo creo que es eso. La
esperanza. El verde esperanza. La influencia de la esperanza. Y por eso la esperanza se llama Macarena. <o:p></o:p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-87996699110940456802021-03-07T00:28:00.001-08:002021-03-07T00:38:16.315-08:00“Se llamaba María Teresa López, la Chiquita Piconera”.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpGxZOV0XVBDBYipvqddyPxLpUN_741BFvOpP4uWrQz9y2QoRBifxfvRb87wq1MgMh4xFR8QYA2f1dQwWp4UiJxUDJQdGzg-A9Qx_kAGajwj8fOd0ybXH4tsKvB78fam_XeUlTtH1UlM2U/s2048/fb3ccd7b-e373-4a7b-adf7-181391200cee.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1409" data-original-width="2048" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpGxZOV0XVBDBYipvqddyPxLpUN_741BFvOpP4uWrQz9y2QoRBifxfvRb87wq1MgMh4xFR8QYA2f1dQwWp4UiJxUDJQdGzg-A9Qx_kAGajwj8fOd0ybXH4tsKvB78fam_XeUlTtH1UlM2U/w640-h440/fb3ccd7b-e373-4a7b-adf7-181391200cee.JPG" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal"><i>“Julio Romero de Torres pintó a la mujer morena con los ojos
de misterio y el alma llena de pena”</i>, así nos lo recuerda la copla popular. El
pintor de inconfundibles trazos oscuros, desde la plaza del Potro cordobesa,
plasmó en su obra lo que se convertiría en simbología colectiva de belleza
femenina. Una belleza de Andalucía para el mundo. <o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">El cuadro<b> “La Chiquita Piconera</b>” con su copa de cisco, badila
en mano y moño bajo de raya a un lado, aparecía en la España de 1965 hasta en
sellos de correos.</div><p class="MsoNormal"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLqHVCYZJDsUrfnA8LRgPBY3uk5rbU8Lr7qBMpPF-cOJCxdcT0aishzePNQ-kKW3-8O46TEHzEAQHUIAg8ZYB5eqTZiWHdTRk8W4Q0k4OrQOaVssYgV0l3JIMOXmPzqO4ffwcAY9RrU3hI/s808/IMG-6824.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="808" data-original-width="720" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLqHVCYZJDsUrfnA8LRgPBY3uk5rbU8Lr7qBMpPF-cOJCxdcT0aishzePNQ-kKW3-8O46TEHzEAQHUIAg8ZYB5eqTZiWHdTRk8W4Q0k4OrQOaVssYgV0l3JIMOXmPzqO4ffwcAY9RrU3hI/w178-h200/IMG-6824.jpg" width="178" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">Desde entonces, vinos, carteles, bares… La publicidad alzó
la cara de esta mujer y de esa presencia latente, nació el icono que
conservamos en la actualidad: la mujer morena. <span style="text-align: center;">Pero, ¿quién era esa chiquita piconera misteriosa y dulce
con el halo de nostalgia en su mirada? Hoy os hablo de la musa desconocida y
silenciada con el paso de los años. Se llamaba <b>María Teresa López</b> y es el eje
principal de estas palabras.</span></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiven7mUVs89cyWilCJTC0nuKl0UILHJEPHZ_IA4yvucZv0YE3W4o6xNL0NcUTQMSm3BWHe4loHpiu8ihSH3oqt87nJnjPik-YTzwaXoSYdSgYFv646LpyMsz5brodBZ764WqJgYZJtqAj7/s559/IMG-6827.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="559" data-original-width="383" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiven7mUVs89cyWilCJTC0nuKl0UILHJEPHZ_IA4yvucZv0YE3W4o6xNL0NcUTQMSm3BWHe4loHpiu8ihSH3oqt87nJnjPik-YTzwaXoSYdSgYFv646LpyMsz5brodBZ764WqJgYZJtqAj7/s320/IMG-6827.JPG" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">Nació en Buenos Aires en 1913. Sus padres cordobeses
emigraron a Argentina buscando un sino con pan. El mismo sino que siete años
más tarde, volvió a colocar a la familia en su Córdoba natal. Se hospedaron en
casa de la abuela. Como todos los hogares de Andalucía por aquel entonces, los
portones abiertos generaban una fluidez de amor y unión en el vecindario. A
María Teresa la llevó por primera vez a casa del pintor su vecina de enfrente
porque servía en la casa de los Romero de Torres. Y uso el término servir como
sinónimo de acicalar los hogares, de fregar, cocinar, coser, planchar… Por
todas las manos de mujeres que levantaron a la vieja Andalucía.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;">María Teresa acariciaba los ocho años cuando Julio quedó
prendado de su belleza y a partir de los trece años la convirtió en su musa. La
excelente amistad que compartía con sus padres agilizó los posados. Ella, quieta
y responsable, obedecía órdenes del pintor. Jamás le propuso desnudarse. Nunca
cruzó la línea profesional. A pesar del mal carácter que coloquialmente le
atribuían a Romero de Torres, con ella no tuvo ni un mal gesto. Le pagaba tres
pesetas, independientemente de las horas trabajadas. Pintó el rostro de María
Teresa hasta la saciedad. Se volvió tan popular, que hasta “La Fuensanta” acabó
grabada en billetes. Un mediodía en el que ella acudió a posar, se encontró de
frente con la muerte del artista. Dejó sin terminar el cuadro en el que aparece
vestida de monja y que hoy, como tantos otros, conserva con esmero el museo
Julio Romero de Torres.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJGgsxTN-s4bIc9SWtdpqZGD1LQU2jv_gPyLVGk-tiF-TJNSVMVeiX9wgPx4SROFXWQJgjRGoZFrcc6HqzolReAhVXyEct5je8kDGBX622SPrO6XCb516DCCXa_mgTEydJi4L1Pv_GfUl8/s683/IMG-6825.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="534" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJGgsxTN-s4bIc9SWtdpqZGD1LQU2jv_gPyLVGk-tiF-TJNSVMVeiX9wgPx4SROFXWQJgjRGoZFrcc6HqzolReAhVXyEct5je8kDGBX622SPrO6XCb516DCCXa_mgTEydJi4L1Pv_GfUl8/s320/IMG-6825.JPG" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">María Teresa fue modista, pero una modista que creció con el
alma llena de pena y que tuvo que huir de Córdoba por las lapidaciones de sus
vecinos con habladurías. Las coplas la apuñalaron por la espalda. De antemano
sabemos, que la ignorancia ha destruido muchos caminos a lo largo de la
historia<i>. “Posar en esa pintura me amargó la vida, la convirtió en un
infierno”</i>, recogió Silvia Pisani en una de las pocas entrevistas que se
conservan de ella en La Nación. Pobre mujer. Tanto dolor…</p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">A María Teresa nadie le ha escrito sus memorias, porque los
infiernos individuales se esconden. Destacar la figura del artista, poniendo en
mute a su musa es una acción tremendamente normalizada. Una dictadura de
catolicismo, hipocresía y falsa moral partió en pedazos los sueños de esta
mujer, como el de tantas otras anónimas. “Malcasadas”, solteronas, prostitutas
y mil adjetivos más que han cavado sus tumbas.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;">De su figura se ha nutrido el mundo entero, menos la
protagonista. Ni un ingreso monetario recibió. Ella siempre se sintió
abandonada. Y, ¿los derechos de imagen? ¿Dónde quedaron? </p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">En esta entrevista se
le empañan los ojos y a mí también:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><br /></p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/3zkYxjhJl30" width="300"></iframe>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal"><span style="text-align: left;">María Teresa López murió el 26 de mayo de 2003 y ninguna
institución mostró sus condolencias. Estuvo casada dos años con un marido que
dudó de su virginidad, hasta que la sangre quedó impregnada en las sábanas
blancas. La dejó embarazada, enterró a su hija al poco tiempo de nacer y un
desahucio la dejó sin hogar al final de su vida. No volvió a tener pareja. El
último periodo lo pasó en la residencia San Sebastián de Palma del Río y sus
restos descansan en el cementerio de El Carpio, aunque ella ya estaba enterrada
mucho antes.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;">Poemas, coplas, cuentos y hasta recibos de lotería conservan
a la chiquita piconera. Sirvan estas líneas para ponerles nombres a todas esas
mujeres que permanecieron en la sombra y murieron con el alma llena de
sufrimiento. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">María Teresa, la traigo al presente para que conozcan su
nombre, aunque no aparezca en los libros de Historia. Con su permiso, la tuteo.
Ponerme tus zapatos me ha generado un sinfín de sentimientos con los que alzó
mi voz por tus derechos, que son los míos y los de todas. Gracias por ser el
reflejo en el que me identifico. Gracias por mostrarte como mujer andaluza por
el mundo entero. En muchas ocasiones cuando me he peinado con moño bajo, me han
dicho: “eres la andaluza de Julio Romero de Torres”. Y desde que te conozco,
contesto: <b>“Se llamaba María Teresa López, la Chiquita Piconera”.</b><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ojalá veas, desde algún paraíso de luz, que te venero con
ilusión. <o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfs3gxxEdoCET3tVqdBPSghnC08XD2fDfxaca7DPaRMveF0x2Z1j09AHQv7VIFU-yf16lgGtsCcpSLsb1KV9j46tRPSbo4Y5lML-5c66mAq6JCGYZFjY1tXBziPXjHU3CvSLoSm8oG4qIj/s1004/IMG-6823.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1004" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfs3gxxEdoCET3tVqdBPSghnC08XD2fDfxaca7DPaRMveF0x2Z1j09AHQv7VIFU-yf16lgGtsCcpSLsb1KV9j46tRPSbo4Y5lML-5c66mAq6JCGYZFjY1tXBziPXjHU3CvSLoSm8oG4qIj/s320/IMG-6823.jpg" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><b>Feliz 8 de marzo, eterna mujer. Andalucía y el mundo te
recuerdan. </b></p></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /> <p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-74979946870045885362021-02-28T00:33:00.002-08:002021-02-28T00:33:58.968-08:00La Andalucía en la que creo.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6kRSwg-lDOT5_nIVku_ETpMWiT6hyIuWURDXq5BUgkGWil-NaEwXVgzOFGe7r55ghxY8kKlLNSRLIKLdpdO2pRiluPKfZ6pKE0CwGKbj64VHEiWMoXFHK-e_KdzelaBtoiR_phXKzFKU8/s1474/FullSizeRender.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1474" data-original-width="1199" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6kRSwg-lDOT5_nIVku_ETpMWiT6hyIuWURDXq5BUgkGWil-NaEwXVgzOFGe7r55ghxY8kKlLNSRLIKLdpdO2pRiluPKfZ6pKE0CwGKbj64VHEiWMoXFHK-e_KdzelaBtoiR_phXKzFKU8/w325-h400/FullSizeRender.jpg" width="325" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo sabe que las estrellas no tienen
novio y me mece los recuerdos de la infancia en un patio de Sevilla. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo se sienta en una silla de enea
con abanico en mano y, en una mirada fija, me abre los brazos con la bondad
infinita de las madres.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo me cuenta mi vida en un
claroscuro de sol y luna. Le pone la otra mejilla a los que la apuñala con
prejuicios, derrocha agallas en un taconeo a la sombra y hasta presta los
clavos, por herencia de sus abuelos, a Jesús el Nazareno para subir al madero.
Aunque no haya salvación. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo me lleva en su sangre como romana,
mora, hasta vikinga… y yo a ella la llevo en mis ojos y en el acento de mis
labios. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo desenreda nudos y me relee a sus
emigrantes, exiliados y olvidados en cunetas que la amaron hasta el último
suspiro. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La Andalucía en la que creo tiene pan para sus bocas y
cárcel para sus rateros. Cada golondrina
levanta su propio nido. Deja en símbolos rancios y lejanos a los señoritos de
pistola en mano y sabe que ni la copla, ni el pasodoble pertenecen a ninguna
dictadura. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Que esa Andalucía que me nace sea alegría y no agonía. Que
distinga los murmullos desde un sardiné, siendo reaccionaria y libre por encima
de la niebla del qué dirán. Que deje atrás los lutos de diez candados, las
medias negras y la ignorancia que ha roto tantas historias de amor.</p><p class="MsoNormal">Sueño no verla beber el vino amargo del desempleo y compadreo.
Sueño cultura, derechos humanos, limpieza en instituciones, educación y sanidad
pública.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El único tono de verde que beso es el de la bandera porque
simboliza la fuerza motriz de la esperanza. La misma que tuvo Federico García Lorca,
Blas Infante, María Zambrano o Carlos Cano, hoy la tengo yo. Es mi ojo de la
lupa. Me sostengo sobre sus cimientos y construyo mi vida sobre ellos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo creo en esa Andalucía. En sus esquinas, en su belleza, en
su gente trabajadora... Y desespero con los que creen en otra.<o:p></o:p></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWHyjBHPY87Hjr4Y29TRjb1gtEe3gaBWoB-FAyHS7mqVoVHvvbd30d0x6t0DfbWv5o76rM0Kth6UWJIiSostPp6SCS6Qs1NEZ128xxQ9SqbV-Si0DffeWwCziGYtsPX7cQdjS1YqcJrVRN/s2048/IMG-6525.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWHyjBHPY87Hjr4Y29TRjb1gtEe3gaBWoB-FAyHS7mqVoVHvvbd30d0x6t0DfbWv5o76rM0Kth6UWJIiSostPp6SCS6Qs1NEZ128xxQ9SqbV-Si0DffeWwCziGYtsPX7cQdjS1YqcJrVRN/w300-h400/IMG-6525.jpg" width="300" /></a></div><br /><p class="MsoNormal">Feliz día de Andalucía a los que la llevan en la sangre, ya
sea por nacimiento o enamoramiento.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="font-style: italic;"> “Ser andaluz es la forma cultural que yo tengo de ser
persona”- </b><b>Carlos Cano.</b><o:p></o:p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-87642135380356062742021-01-09T07:52:00.002-08:002021-01-09T07:52:52.258-08:00Primeras veces. <p>Son la una y dieciocho de la madrugada y como tengo la
excitación de las primeras veces, no puedo dormir. Y como no puedo dormir,
escribo.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Algunos piensan que solo son los niños los que tienen el
poder de descubrir lo que ocurre en el mundo por primera vez y yo creo que en
general los humanos nunca dejamos de ser “Colones” con América. Siempre se posa
ante nuestros ojos algo que no hemos visto o hecho nunca. Creo que de no ser
así, la vida sería aburridísima. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hoy ha nevado en Madrid como no se recuerda en cincuenta
años y como soy joven, evidentemente no lo había vivido antes. A mí la nieve
nunca me gustó. Siempre la sentí incómoda, como esa arena de la playa que se te
cuela dentro del bañador. Me sirve para estampas dignas de enmarcar y poco más.
Hablando así parece que cuento con la experiencia de ser islandesa de
nacimiento, pero no es el caso. Soy de la tierra del sol que calienta, por eso
quizás me creo incompatible al frío de esos copos blancos que caen en una danza
sin rumbo cubriéndolo todo. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">De pequeña me imaginaba la nieve como esa harina que cubre
los boquerones justo antes de flotar en el aceite hirviendo de la sartén. Y
cuando fui adulta, la conocí en la sierra de Córdoba. Este hecho no lo
destacaría en mi currículum. Me pasó sin pena ni gloria, sin méritos, como
tantas cosas a las que no les presto atención. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hoy he tenido que convivir con ella sin esperarlo, como la gran
mayoría de madrileños. He visto a la gente motivadísima improvisando hasta
trineos. Y yo he guardado las distancias como la Puerta de Alcalá con los
coches. La he tocado para no parecer un bicho raro, la he subido a Instagram
con un filtrito para que me resultara tan atractiva como a mis seguidores. Me
he sorprendido al ver mi calle blanca y hasta he agradecido, después de
despotricar en cada resbalón, vivir esta Filomena tan histórica en primera
persona. Al fin y al cabo, he sentido una primera vez. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">A este enero tan anómalo de un nuevo año que acaba de
empezar invadido por tantas esperanzas, como el Capitolio por talibanes de
Trump, yo quería ponerle la guinda y me acabo de comer un coco helado de los
que compré para los días de Navidad y nunca llegué a abrir porque en mi casa
somos más de pirriaque, que de postres. Hacía tanto tiempo que no saboreaba un
coco de esos eternos en todas las memorias culinarias de las familias
españolas, que lo he sentido como el primero de mi existencia. Como un manjar.
Como si no fuera un viejo olvidado en el congelador. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ahora que se me ha pasado la excitación de las primeras
veces, me duermo con tres conclusiones: no sueño una casa en Baqueira, el coco
no pasa de moda y las primeras veces están hasta el final, por eso la vida es lo
que tú quieras, menos aburrida. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKatz8JUlsVkb8EFg11zBB1mfTnscHSrQpEBqU_UQQu7KdOh3x9wGhq1Mp8fgET8kmyvqcGmplNhRb1irBS0eGg2Cls2uLntJHgjFmUMYIxYUX7yazQmAnxsY4ydBBS-qba1-Oz3luQ9Ss/s2048/IMG-4881.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKatz8JUlsVkb8EFg11zBB1mfTnscHSrQpEBqU_UQQu7KdOh3x9wGhq1Mp8fgET8kmyvqcGmplNhRb1irBS0eGg2Cls2uLntJHgjFmUMYIxYUX7yazQmAnxsY4ydBBS-qba1-Oz3luQ9Ss/w300-h400/IMG-4881.jpg" width="300" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-47957851443491300962020-12-27T12:39:00.000-08:002020-12-27T12:39:30.394-08:00Esperanza y expectativas. <p class="MsoNormal">La esperanza y las expectativas tienen un factor en común:
cada uno las coloca donde quiere. Es respetable y lícito. Pero que hoy se hayan
empezado a poner las primeras dosis de vacuna en España, no es señal de que el partido
esté ganado. La ciencia (y Dios sabe cuantos intereses más) han metido un
golazo antes del descanso, pero ahora nos tenemos que comer el bocadillo y ver
la otra mitad.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Claro que hay que alegrarse. Para los que no tienen fundamentos suficientes y unas ganas locas de disputa, voy a darles uno muy gordo: la
muerte de tantos abuelos en soledad. Para mi corazón y su entender, tiene esa causa más peso que el carro de la Cibeles. La generación más devastada y sacrificada
nos vuelve a dar otra lección. Ellos han sido los primeros y ni una queja han
mostrado, a pesar de tener motivos suficientes para derramar el bote. No están
curados de este virus, pero sí lo están de espanto y sus positivos son en
valores. Si hasta nos enseñaron a gritar por lo propio al defender las pensiones.
Y como me remonte a la historia… ¡siempre han sabido pelear lo suyo! Porque
vienen de sudar el pan y de encontrar mil alternativas. Lo único que podemos
hacer nosotros es callarnos, porque el que calla, aprende. Y darles amor y la
admiración más fiel. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Como cada uno pone la esperanza y las expectativas donde quiere, yo las he puesto en Araceli, en toda su generación de mesías que se matan por salvarnos sin un reproche y también las pongo en el milagro que nos devuelva a esa normalidad compuesta de los lugares que añoramos.</p><p><br /></p><div><span style="color: #222222; font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></span><div><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj7p5j4BFV9sXm8dW1XpDdQS-7iVgqVoOGH1llVNNxM1t5NIsKlA6O4ykDOgghLH6OyRpsJKURMziA12jS-XSqYAxOxisr8thvxzcz4sLHH8ui-V8e1WWIiljp-qEw8btzWD0Tuo62tPew/s414/araceli.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="414" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj7p5j4BFV9sXm8dW1XpDdQS-7iVgqVoOGH1llVNNxM1t5NIsKlA6O4ykDOgghLH6OyRpsJKURMziA12jS-XSqYAxOxisr8thvxzcz4sLHH8ui-V8e1WWIiljp-qEw8btzWD0Tuo62tPew/w400-h266/araceli.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div></div>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-42506388738754372102020-12-20T00:40:00.002-08:002020-12-20T01:41:25.352-08:00Mis años en Radio Sol. <p>Todo lo que viene a continuación, no es más que un desahogo
de cariño y todas las vivencias que se recuerdan con cariño, tienden a la
exageración. La exageración conlleva a poner signos de exclamación y ayer mi
cabeza se los puso a una frase: ¡no puede cerrar Radio Sol para siempre!</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXD1tkxTkHGx-I07PZ0ANz9HeRkTjn2-vWQazbqz2n29xZCsao2owPSaomeB-p2YqYZyy_xHkSOxoDGg8EksQJ_3qU9MGlvjUWiUJ9QBFw9rvd6PZCiQqtwS2n0AQhi3ha6qVTiv-rqMuZ/s926/IMG-4026.JPG" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="926" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXD1tkxTkHGx-I07PZ0ANz9HeRkTjn2-vWQazbqz2n29xZCsao2owPSaomeB-p2YqYZyy_xHkSOxoDGg8EksQJ_3qU9MGlvjUWiUJ9QBFw9rvd6PZCiQqtwS2n0AQhi3ha6qVTiv-rqMuZ/s320/IMG-4026.JPG" width="320" /></a></div>Radio Sol es la cuna madrileña donde eché los dientes.
Cuando nos nacen los dientes, gracias al filtro de la ingenuidad y la memoria
humana selectiva, no recordamos pasados los años el dolor que produce el
nacimiento de la nueva dentadura. Menos mal que no nos quedamos en ese dolor y avanzamos
con la mejor parte: con la feliz. Si cierro los ojos, aún veo la americana
negra que llevaba puesta cuando pisé la redacción por primera vez. Yo era una
joven becaria recién salida de un máster de locución. Ahí aprendí que hay que
tener mucho cuidado al pedir deseos. Porque puede que se cumplan y cuando esto
ocurre, en el espacio del bolso, justo entre el móvil y la cartera, se te cuela
el miedo. La incertidumbre de no saber si eres digna o si vas a dar el perfil.
Porque te entra el pánico, te tiemblan las piernas, la voz y eres lo más
similar a un cervatillo indefenso que sale del vientre de su madre.<p></p><p class="MsoNormal">Pero toqué todos los palos. Empecé en los boletines informativos
de las mañanas. Está tan fresco en mi mente… La eterna espera hasta que me
daban paso en antena, los pateos por Madrid sin mirar el reloj, las libretas
que llenaba en ruedas de prensa, el típico boli que reventaba sin ton, pero liando
mucho son. Al punto el micrófono perfectamente preparado para la acción, la
grabadora y sus pilas, las novedades y eternidades musicales,
los conciertos, las felicitaciones de cumpleaños. Las horas en mesa pasaban
como suspiros de una novia enamorada. De las llamadas de los oyentes, aprendí
que se pueden forjar amistades con desconocidos solo y a través de un hilo de voces
envueltas en cariño. Entrevisté a una colección importante de admirados y nunca
hubiera podido hacerlo sin la confianza de mi jefe. Un jefe con el que siempre,
entre broma y broma, me he dicho las verdades a la cara y que al terminar mis
prácticas quiso que siguiera formando parte de la plantilla. Y por añadir,
aunque no haga falta: lloré mucho ese día.</p><p class="MsoNormal">A mí Radio Sol me cambió la visión del mundo. Todos mis
compañeros hicieron por mí lo más valioso que una persona puede hacer por otra en
esto de la vida: creer en ti. Nunca me sentí pequeña ante tanta profesionalidad
veterana. Yo venía cegada por los brillos de la televisión, pero llegó la radio
regalándome tablas, se convirtió en la niña de mis ojos y bajé del pedestal a
la caja tonta.</p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9IIeRQIR_pzGkYafBLU4rlZ04oeJMIIwmw5b1Nd1LjAy1amE58WNuv_hVr3hhuvrNcnJSIBz2K6FBfvsu-OONblLFmCkFpTp8JMZtAn1ejLA_gDekx-rekQp9YbA-FIyYFLUHT-BMJO8q/s2048/IMG-4029.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1851" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9IIeRQIR_pzGkYafBLU4rlZ04oeJMIIwmw5b1Nd1LjAy1amE58WNuv_hVr3hhuvrNcnJSIBz2K6FBfvsu-OONblLFmCkFpTp8JMZtAn1ejLA_gDekx-rekQp9YbA-FIyYFLUHT-BMJO8q/s320/IMG-4029.JPG" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Mi salida de Radio Sol fue totalmente voluntaria. La vida se
trata de danzar y danzar entre diferentes etapas. Fue una decisión muy meditada
que sopesé muchas noches con la almohada y que me llevó a un luto largo
conmigo misma durante más tiempo del que puedo reconocer. Ahora ese luto, pero
infinitamente más hondo, lo sufren en silencio mis compañeros y solo puedo
mandarles mi abrazo con la misma sinceridad que escribo estas líneas. La puerta
que se cierra es demasiado grande, pero os nacerán ventanas con micrófonos
abiertos que aguardan vuestra llegada. <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal">Esta pandemia no saca lo mejor de nosotros, ese cuento es
mentira. Solo ensalza aquello que nunca dejamos de ser. A mí me ha ensalzado la
ansiedad por reinventarme. Ser, al fin y al cabo, una superviviente más entre
miles y miles de humanos. Pero sobre todo me ha ensalzado aquello que nunca
dejé de echar de menos: mis años en Radio Sol, mis años siendo la andaluza de
esa familia.</p><br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCQYdDUKVQQaCzW0moU6aVC6yHlV_UG-Yy_1_0il6T03xjxarLjz66IYPgp2K6Mo1MWVMxw9gwtEJnPeBgnoQQ-_ztKfrNzRGFEn5qdPVxtXJqacNpdlIR-r_L0Q4CecK7PrrSRdtN71YF/s1000/IMG-4028.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="1000" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCQYdDUKVQQaCzW0moU6aVC6yHlV_UG-Yy_1_0il6T03xjxarLjz66IYPgp2K6Mo1MWVMxw9gwtEJnPeBgnoQQ-_ztKfrNzRGFEn5qdPVxtXJqacNpdlIR-r_L0Q4CecK7PrrSRdtN71YF/w400-h300/IMG-4028.JPG" width="400" /></a></div><br /></div><br /><p class="MsoNormal"><br /><o:p></o:p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-84929124782979051132020-12-17T03:36:00.000-08:002020-12-17T03:36:13.181-08:00Pedro Ruiz, admirado y admirable. <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6DPwgQCud_uuaIppH9lHl3ISN2t8qTnf9WLIXOjlrQUSDphdtmgEMtPzy_JpHPhwcRJEonMOawv_373bVj2NPYtoyOaoWrIfsQr2T7jcakpFQoI6sfBfEELdpPBECOJ9LKOR0fmDq4bFi/s733/IMG-3985.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="733" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6DPwgQCud_uuaIppH9lHl3ISN2t8qTnf9WLIXOjlrQUSDphdtmgEMtPzy_JpHPhwcRJEonMOawv_373bVj2NPYtoyOaoWrIfsQr2T7jcakpFQoI6sfBfEELdpPBECOJ9LKOR0fmDq4bFi/w400-h370/IMG-3985.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal"><i>“Solo le canto mi copla a quien por mi camino va”,</i>
escribió Machado. Pedro Ruiz comparte la misma filosofía. Él sabe que intentar convencer a los demás es
agotador, por eso deja los púlpitos para los curas y considera que todo aquel
que alza la voz, no lleva razón. Él se desenvuelve con términos simples, pero
muy meditados. Expone con la fluidez del Tajo sus pensamientos intensos sin
trampa, ni cartón. Tampoco cree en las verdades incontestables y ni siquiera
piensa que la humanidad sea un elemento importantísimo en el curso del
universo. No le gustan las poses y mucho la poesía. Es fiel a la vieja escuela
del papel y el bolígrafo. Escribe tan rápido que apenas hace borrones y por eso
los montones de folios que recopila por todos los rincones de su casa van con
placenta. Sabe que puede estar equivocado. <i>“Ana, si algo debemos aprender en
este camino es la sencillez”.</i> <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">La mujer más cercana a su rutina, desde que lo vio por
primera vez encima de un escenario, lo define como inventor. A mí, si me
preguntan, lo adjetivo con un incomparable. Y él, en un golpe seco rompe todas las etiquetas que le cuelgan. El campo no tiene vallas. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Se siente privilegiado, pero también se cansa de estar consigo
mismo. No recuerda la última vez que fue al médico. Todas las mañanas, haga calor o haga frío, se baña en la piscina de su casa y tiene un sistema
inmunológico envidiable. </p><p class="MsoNormal">Sin raíces no hay alas y las suyas están en su Barcelona y
en sus padres, de los que heredó la bondad y aprendió que la vida es un cohete,
que cuando estalla, cae el palito.</p><p class="MsoNormal">Ahora no sale en televisión porque no forma parte de ninguna
tribu, no obedece órdenes de partidos políticos y porque es un autor<i>. “La
televisión actual no quiere autores, solo productos y censurados”</i>. Y no
cree que nada de esto cambie. Piensa que la libertad es una estatua en cuyos
pies se mean los perros. Pero como quien tuvo, retuvo, conserva buenas amistades en todos los ámbitos. </p><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAncsvZTn0unvbI7bmiTsgZWY4DZ7qFbnr6vi0E5xEBxJykYIiUmeQSp_VwwqY6BMxRTVWVTWw5nEMdHQ4fugQRJ2XfvAATbzCFiWqDI87Kuw48BRh1S8qF41wJNslxIbm0a-XGv2-nPpJ/s2048/IMG-3979.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAncsvZTn0unvbI7bmiTsgZWY4DZ7qFbnr6vi0E5xEBxJykYIiUmeQSp_VwwqY6BMxRTVWVTWw5nEMdHQ4fugQRJ2XfvAATbzCFiWqDI87Kuw48BRh1S8qF41wJNslxIbm0a-XGv2-nPpJ/w400-h300/IMG-3979.jpg" width="400" /></a></div> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"> <i> </i><i>(Los rincones de su casa cuentan historias. Aquí, premios y
recuerdos). </i></span></div><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv7nnbV9E83s6pu_XIGhteiU7ASHRcfzQBDqo10JGmweEsP7lBwuBDN4UJDhJ-gu3iJWzk4OxLmg7wSt7w-6jqZg_JCDA08JA6XpoCB-Q5DR6xyg5L7gRaXUyL1cIw_KQX__9v76bCueoL/s2048/IMG-3977.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv7nnbV9E83s6pu_XIGhteiU7ASHRcfzQBDqo10JGmweEsP7lBwuBDN4UJDhJ-gu3iJWzk4OxLmg7wSt7w-6jqZg_JCDA08JA6XpoCB-Q5DR6xyg5L7gRaXUyL1cIw_KQX__9v76bCueoL/s320/IMG-3977.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">Su rol de entrevistador no es vocacional y le vino por
casualidad, como llegan siempre las cosas importantes. Para
él no existe la entrevista perfecta<i>. “Todos llevamos un lío dentro, todos
somos un lío. Si encima tu lío lo pones en contraposición con el que tienes
enfrente, sale un tercer lío, pero no sale ninguna claridad”.</i> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;">No es
un entrevistador, es un artista que conversa. Publicar una exclusiva lo ve
como una mera gilipollez<i>. “El lícito sentido del mérito consiste en contar
algo bien. En ser el primero se matan los tontos. La sociedad ha sustituido el
mejor, por el más”.</i></p><p></p></div><div><br /></div><div>Pedro nunca ha votado y nunca se votaría ni a sí mismo<i>. “La
democracia es un concepto muy bonito, pero una vez se establece el sistema, se
prostituye y acaba siendo una parodia”.</i></div>
<p class="MsoNormal">Él posee diversas tesis, pero yo voy a destacar una por
simplificar. <i>“En todas las vivencias que tenemos suele haber tres fases:
hambre, atracón y diarrea. Hambre es igual a dictadura, no hay dinero, no hay
libertad, hay miseria. Atracón es la democracia, los partidos, libertades,
leyes, novedades… Y diarrea es la
descomposición del asunto en el que ahora andamos”.</i> Como podéis deducir,
las tres fases son aplicables a todos los ámbitos mundanos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Si hablamos de tecnología, piensa que el progreso es
bastante peor que el regreso. Él prescinde de <i>smartphone</i>. Su cuenta de <i>Twitter</i>
la maneja su secretaria con escritos que él le envía. No usa <i>WhatsApp</i>,
pero sí la memoria para marcar de cabeza los números de teléfono. <i>“Los jóvenes tienen una capacidad extraordinaria de
comunicación, pero también una dependencia y rédito de trabajo permanente”</i>.
Pedro no quiere ir contra de las bondades de la tecnología, pero cree <i>que “la
libertad consiste en que sepan poco de ti, no en que lo sepan todo. Cuando lo
saben todo eres totalmente frágil”. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">Él no comulga con la idea de pasar por la vida dejando
huellas porque dentro de unos años nadie hablará de nadie, ni tan siquiera de
Shakespeare. Por eso debemos dejar luces para iluminar a
los que vienen detrás, aunque sean mínimas. <i>“Somos muy pasajeros y haciendo daño a los demás,
solo nos lo hacemos a nosotros mismos”. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal">De su amigo Pepe Sacristán aprendió eso de <i>“lo primero es
antes”.</i> Por eso no tiene patria, tiene madre, a la que cuidó hasta el último suspiro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ahora tiene muchos proyectos para divertirse: películas,
teatros, televisiones, libros, canciones… Procura sacarlos cuando le dejan y
ahora piensa que es el momento. Tiene la energía desbordada de un chico de
veinte primaveras. Cuando no está a la vista del público va mucho al cine y no
quiere estar enganchado a nada, por eso no ve series. Cuando la voluntad se
convierte en dependencia no le interesa.</p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWgEIthLb5tz7mMAERN8a9N1An69FTWaBgf9eoqhgvmu4x_1HU8SB-8pg9lS5WBg0GTY_U4_dDKK_jG4nmQmEOpfMcbS0xSsn7vacGHT5l23o8AO2J73-EfDWmjJ-O7t3Yu5pbFXq1Ve85/s750/IMG-3984.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="552" data-original-width="750" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWgEIthLb5tz7mMAERN8a9N1An69FTWaBgf9eoqhgvmu4x_1HU8SB-8pg9lS5WBg0GTY_U4_dDKK_jG4nmQmEOpfMcbS0xSsn7vacGHT5l23o8AO2J73-EfDWmjJ-O7t3Yu5pbFXq1Ve85/s320/IMG-3984.jpg" width="320" /></a></div><br />El presente lo ve abriendo y bajando
telones. Es feliz haciendo lo que ama. Dentro de un mes, vuelve a los
escenarios madrileños con su espectáculo <i>“Loc@s”.</i> Y con diecisiete
libros publicados, ya tiene preparado el número dieciocho.<p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Desde muy niño, diferencia muy bien lo admirado de lo
admirable y sabe que las cosas fuertes ocurren siempre en soledad. Yo desde que
lo conozco, también diferencio estos conceptos, pero él para mí encaja en los
dos. Siempre admirado. Siempre admirable. Gracias, Pedro, por enseñarme todo lo
que no he escrito y por el cariño que me regalas. </p><p class="MsoNormal"> </p><p></p><div><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><i><br /></i></span></div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_62566224" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_62566224_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-66919593330319058272020-12-06T01:19:00.000-08:002020-12-06T01:19:22.214-08:00Un recordatorio. <p>En medio de las prisas rutinarias en las que todo vale y en
las que solo importa llegar a tiempo, encuentro paz al mirar el móvil y ver
llamadas perdidas de los más mayores de mi familia. Una pantalla en la que se
leen los nombres de octogenarios o nonagenarios que se preocupan por mí. Ellos
nunca quieren molestar, ni interrumpir la agenda. Creo que me conocen por lo
que les cuento, pero realmente lo hacen por lo que callo y con la imaginación
dan forma al fondo. Vienen de vuelta. Cuando yo voy a por chicles, ellos vienen
haciendo pompas. Da igual el día o el momento. A mí se me ilumina la cara si
veo sus nombres. Me los imagino en una espera paciente hasta que les devuelvo
la llamada. Y siempre lo hago, porque ninguna escuela me enseñó más que sus
voces.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">-Tita / abuela / tito…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">-¡Ay, mi niña!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Así empiezan nuestras conversaciones. Me regalan un cariño tan
limpio que nunca es moneda de cambio. Desde sus sillones frente a la televisión,
dan sin esperar nada. Preguntan por todo. Se interesan hasta por lo que voy a
comer. Si me he comprado ropa, si duermo bien, si me pagan como merezco, si
paso frío o calor, si estoy más delgada e igual de guapa que siempre, si me
protejo de los bandidos, si tengo algún ligue, si voy al cine, si llueve, si
tengo cuidado, si… Y prosiguen cantando en voz al alta la tabla de sus achaques.
Entre pastilla y pastilla que toman, siempre pillo un resquicio de silencio en
el que les cambio la conversación y acabamos riéndonos hasta las tripas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Desde muy niña me he sentado con los más mayores. Quizás por
la tontería de querer ser mayor. Quizás por el amor que les profeso o quizás por
enterarme de los pasados que no vi con mis ojos. La sabiduría no ocupa lugar y
para debatir o criticar es necesaria si no queremos que las respuestas resulten
vacías. Con ellos rebobino las cintas de la niñez en el campo, la juventud en
aquellos cines de verano y la pronta madurez de un casamiento en el que se
multiplicaban los hijos. También, sus primeros trabajos manuales en la fábrica
de aceitunas o el pulso de cirujana de mi tía cogiendo puntos de media, (ambos
oficios impensables hoy en día). Repasamos los lutos forzados, las sábanas
blancas lavadas a mano, los bares de entonces, las calles de siempre carentes
de luz eléctrica, los noviazgos en los que un suegro conocía al yerno el mismo
día de la boda, las ropas zurcidas y heredadas de mano en mano, los escasos
alimentos que se llevaban a la boca, los trucos de maquillaje y peinados, los
hermanos que emigraron a Barcelona y aquel que mataron en la guerra por
cantaor. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">A través de sus miradas adivino el cambio al que se han
sometido para llegar a hoy. Ellos disfrutan resumiendo las antologías de los
pasos que dieron, mientras yo soy feliz escuchando las batallas que salen de
sus memorias frescas y resistentes al paso inexorable de los años. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Todas las distancias son tozudas y crueles, pero gracias al
milagro que suena y llevamos en el bolsillo, amago la tristeza esa de no saber
cuándo volveré a abrazarlos.</p><p class="MsoNormal">Ojalá sigan siendo
por muchos años los primeros que me felicitan por mi cumpleaños.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Esto no es más que un simple recordatorio para ti, que andas
tan ocupado.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsUeehyphenhyphenVFG3gUVlzs3ys5da0NBqAqIa8WbJQ3KrfwwIZjIK1SLKXDF4IzLTKNT749hGadXjltp_5xHnMYe7AIO5byQg3SHer1XlrRAInN_svadhaSnXKSguw33acVp_icXAHbvHMennT1U/s892/2dbdc3de-48f6-462d-8d43-64044e798315.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="892" data-original-width="789" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsUeehyphenhyphenVFG3gUVlzs3ys5da0NBqAqIa8WbJQ3KrfwwIZjIK1SLKXDF4IzLTKNT749hGadXjltp_5xHnMYe7AIO5byQg3SHer1XlrRAInN_svadhaSnXKSguw33acVp_icXAHbvHMennT1U/s320/2dbdc3de-48f6-462d-8d43-64044e798315.JPG" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-44044916561470959222020-11-29T02:47:00.000-08:002020-11-29T02:47:29.407-08:00Las mudanzas agotan. <p>El porcentaje de muertes tras hacer una mudanza es nulo. Sin
embargo, ¿quién no ha creído alguna vez no sobrevivir a la suya? Las mudanzas
agotan. Yo misma acabé una tarde en Urgencias porque no conseguía tirar de mi
cuerpo. “Te ha dado una pájara de cansancio por estrés. Descansa”, me dijo un
médico. Yo pensaba que las pájaras solo las sufrían los ciclistas o los que se
divierten con el porrito y el estómago vacío. Y resulta que no. También dan
cuando no cesa el ritmo de mover cajas. La vida nunca dejará de sorprenderme.
Las mudanzas, tampoco.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Soy de memoria y visión corta, más o menos como un caballo
atado a su coche. Por eso no encuentro los objetos que cambio de sitio. Esto
hace que me lleve muchas alegrías en las mudanzas, porque resucitan del limbo
las cosas perdidas. Y pego gritos como aquellos piratas de los cuentos cuando
dan con el tesoro: “¡Ay, mi camisa blanca! ¡Ay, el pase de prensa de aquel día!
¡Ay, el dibujo que me hizo el fulanito! ¡Ay, el cinturón negro que me trajeron
los Reyes y que me compré otro porque estaba en paradero desconocido! ¡Ay…! Nunca
he sabido lo que he tenido hasta que no me he mudado. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Cuando por fin me instalo en el nuevo hogar, suena un canto
de ángeles que rápidamente se interrumpe por la prisa en limpiar y ordenar. Porque,
¿quién no ha soñado con ser Matilda para colocarlo todo con la mente? De niña,
me obsesionó tanto esa película, que durante un tiempo fui por la vida
creyéndome ella. La secuencia en la que mira fijamente el jarrón lleno de agua,
yo la recreé en mi casa, pero mantuve el secreto para no acabar desheredada por
loca. Nunca obré tal proeza. Mi espalda de ochenta y cuatro años muestra las
consecuencias de mis esfuerzos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Cada vez que nos mudamos es por cambiar nuestra vida a
mejor. La vida es cambio y el cambio es vida. Aunque creamos que todas las
mudanzas son por elección propia, no es así. Las hay forzadas. Yo tengo unos
vecinos escandalosos que en sus currículums ponen que estudian, pero realmente
se dedican a montar fiestas. Y debaten muchísimo. El otro día a las tres de la
mañana jugaban a las cartas y se contradecían con el último tema de Rosalía. No
llegaban a la conclusión si ese era más bueno que los anteriores. Como la
policía pasa de interrumpir sus movidas, pego golpes en la pared que me hacen
sentir vieja viejísima. Un día lo paso, pero al que hace cinco hasta al mismo
san Francisco de Asís le despiertan instintos asesinos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Mis vecinos me han dado dolores de cabeza desde que estamos
en pandemia, pero desde ayer me dan pena. Cuando vi sus bártulos en el
descansillo y en el portal supe que se mudaban. No pude alegrarme porque me
subió un escalofrío por la aorta. No son malos chicos, solo estrenan el ruido
propio de los dieciocho años. No tenían pinta de querer marcharse. Lo mismo no
podían seguir pagando el alquiler y vuelven a sus orígenes con sus familias… Yo
ya he despedido a varios amigos por esta causa. Y me entristecí. Sentí miedo
como en esas películas en las que el asesino persigue al protagonista con el
cuchillo levantado. Porque sé que las mudanzas agotan, pero las de volver al
nido por imposición de las circunstancias son escalofriantes. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif0MRG3Gu-C13FUYGDfA7BNDtDdqbcTxM3F2uNP81mv2mgCFo9BF4OgDN1fb9z_VzWTUC3RzuoynkYTcMxTnynsYf56-JmgdqgH3855HgehC1CdKG7daP_UtWxuOriMAgAl8AfjRQEK9jm/s1634/fa6d3936-d54c-4bbd-a09f-df326eac2450.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1634" data-original-width="1340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif0MRG3Gu-C13FUYGDfA7BNDtDdqbcTxM3F2uNP81mv2mgCFo9BF4OgDN1fb9z_VzWTUC3RzuoynkYTcMxTnynsYf56-JmgdqgH3855HgehC1CdKG7daP_UtWxuOriMAgAl8AfjRQEK9jm/w262-h320/fa6d3936-d54c-4bbd-a09f-df326eac2450.jpg" width="262" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-71394662896379767692020-11-17T10:04:00.000-08:002020-11-17T10:04:32.501-08:00Por amor al arte. <p>Nos presentaron. En el primer comentario que soltó por la
boca supe que íbamos a ser buenas amigas. Odiaba la lluvia tanto como yo porque
se le encrespaba el pelo. Se sentó en la silla que quedaba libre, de un buche
vació el culo de su cerveza y pidió otra para acompañarnos. Mi amigo la notó
diferente. “Estás cambiada, Marisa”, le dijo. “Pero estás guapa”. Ella esbozó
una media sonrisa. “Bueno después de la muerte de mi padre he conseguido salir
todo lo guapa que he podido”. Yo hice una mueca que empezó como un medio
intento de empatía y terminó en un lo siento. Tenía una ironía arrolladora y
eso le dio todos los puntos para ganarme. “¿A qué te dedicas?”, le pregunté por
desviar la conversación. Mi amigo, que también era suyo, sabía perfectamente
que pintaba y vendía sus propias láminas, pero yo no. “Pinto, pero ahora no
vendo. Estoy buscando curro de lo que sea”. Marisa comía del arte, pero el arte
ahora se come sus ahorros. “Subo las láminas a Instagram y la gente las
comparte. Las vendo gratis, ¿qué haríais vosotros? Nunca sabes quién te ve”.
Para mi amigo esta fue una pregunta retórica, pero yo le contesté: “Yo haría lo
mismo que tú, de hecho, lo hago. No cojo un pincel, pero escribo y publico”.
Ella sacó el móvil para empezar a seguirme. “Me encanta el nombre de tu blog.
Lo leeré cuando esté tranquila”. Justo cuando iba a pronunciar un gracias, me
interrumpió el camarero: “Chicos, cerramos en veinte minutos. Lo siento”. “No,
no lo sientas. No tienes la culpa. Mañana vendremos más temprano para empezar a
beber antes”, le respondió Marisa. Reímos. Nos pusimos los abrigos y mi amigo
se adelantó a la barra para pagar la cuenta. Salimos del garito de Malasaña
dando las buenas noches y llegamos a una Gran Vía donde hasta el letrero de la
Schweppes yacía apagado. Nos escuchábamos los pasos y la media noche ni todavía
había aparecido.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">“¿Qué vas a hacer mañana?, pregunté a Marisa. “Pues
terminaré de sacar cajas y colocar mis cosas de la mudanza. Lo único bueno de
no seguir pagando mi estudio es que ahora no estoy sola en casa y mis
compañeras de piso parecen majas. Y luego iré a hacer la compra y cuando me
harte de mandar currículums en vano para puestos de trabajo en los que no me
veo, pues me sentaré tranquila a relajarme y pintaré para seguir generando
contenido en redes, ¿y tú?”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Caminábamos como un mochuelo que vuelve al olivo. Una
Cibeles sentada en su carro de piedra se divisaba a lo lejos. “Pues yo saldré a
correr por la mañana y luego no sé, no me gusta planear. Así que lo que vaya
surgiendo”. Y me cerré el abrigo porque los malos aires se cuelan en los despistes.
<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Nos despedimos en el banco de España. No nos lo dijimos en alto.
No nos atrevimos, pero esa noche cada uno de nosotros el banco en el que vio
sentadas sus ilusiones no fue en el de España, sino en el más feo y abandonado
de un parque sin árboles. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">No te habrás dado cuenta, pero Marisa es un personaje
inventado. Esta escena la viví muchas veces, pero no nos echaron del bar, la
Gran Vía respiraba tumulto, del letrero de la Schweppes brotaban colores brillosos
y la Cibeles salió a nuestro encuentro a pesar de la quietud de su piedra.
Sirvan estas líneas para todas las Marisas y Marisos que vivían de un amor al
arte que generaba ingresos. Para que todos los cambios les inciten a seguir
creando. Para que todas sus pérdidas se transformen en proezas de futuro. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjQu4evdsByoy_7gwLjh_V9EkGFYMf4uh6U8FxyAF3k__rgMcchItZ0LWxBZwgmsCHJSBOf5UO1QbvXIbhamDNHIH_A96iDBe3BdeYxhg7hV-33ZtKqduIabEfe9hFxN1M_THxJC_bwtsx/s2048/IMG-2610.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjQu4evdsByoy_7gwLjh_V9EkGFYMf4uh6U8FxyAF3k__rgMcchItZ0LWxBZwgmsCHJSBOf5UO1QbvXIbhamDNHIH_A96iDBe3BdeYxhg7hV-33ZtKqduIabEfe9hFxN1M_THxJC_bwtsx/w400-h300/IMG-2610.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-36426619825252865212020-11-10T01:47:00.000-08:002020-11-10T01:47:40.788-08:00Un señor. <p class="MsoNormal">Ayer vi a un señor en la iglesia. Yo no voy misa, pero las
iglesias me cautivan tanto como los cementerios. Tienen algo especial.
Misterio, silencio… Son lugares de paz y la paz es un factor relevante en el
ser humano. Ya lo sabíamos antes de llegar a esta situación, solo que ahora nos
hemos dado cuenta de que a la luz nos salieron las carencias para mantenerla.
No por nosotros en sí, que también, sino por el sistema social y organizado tan
bien montado que nos hace perderla. Y podemos extraviar las llaves, los
mecheros, los bolígrafos… pero no la paz mental. Recuperarla es una labor
tediosa. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Durante el pasado confinamiento, amigos y conocidos me
decían que se aburrían en sus casas. Desde luego que en los huertos no nos
cultivamos las resiliencias. Y yo alucinaba. Nunca me aburrí. Tenía libros y
películas. Me monté la trinchera. Una realidad paralela al mundo. Eso me salvó
y me sentí igual que un perro verde. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Recuerdo, no hace tanto tiempo, una tarde en la que yo
estaba muy agobiada. Muy, pero de muy mucho. Ni podía hablar y para yo no poder
hacerlo… Los planes se me torcieron. No quería dar explicaciones a nadie. Me saturaba
el móvil. En fin, lo que se entiende por no aguantarse ni uno mismo en el
propio cuerpo. Yo estaba en la calle como Jesús subiendo al Calvario. Empezó a
llover y justo enfrente había una iglesia. Estaba abierta, así que entré. No
había nadie. Vacía como la tumba de Lázaro. La misa había terminado. Los techos
eran una preciosidad. Me senté en un banco casual y empecé en silencio a
lamentarme de mi mala suerte. En bucle. Tu tu tu tu… Al levantar la vista, a mi
izquierda vi una imagen de san Antonio de Padua inmensa con su niño en los
brazos. La miré y empecé a contarle mis movidas. No sé muy bien porqué, pero me
desahogué. El pobre me miraba con la risa congelada. Hubiera salido corriendo, si
hubiera podido. Seguro. Después de casi una hora, un cura a lo lejos me dijo
que en cinco minutos echaría el cerrojo. Vamos, que me fuera. Me levanté, me
despedí de san Antonio y salí de la iglesia como si me hubieran quitado veinte
kilos de encima. Me renovó el soliloquio. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">A la semana siguiente, volví a pasar por delante y la
iglesia también estaba abierta. Mi cabeza pensó: “ve a saludar a san Antonio”. Entré,
pero ni me senté. Le conté cuatros cosas más y marché. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">En tal guisa, pasaron las semanas y continué visitando a mi
amigo. Ya era mi amigo. Su mirada me transmitía mucha paz y el niño gordito que
portaba en sus brazos, más. Tenían cara de buenas personas. Y claro, por algo
son santos. San Antonio concretamente de las causas perdidas, así que comprendo
la bondad de sus ojos ahora perfectamente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Este artículo no es en referencia a la fe, ni a la religión.
Podría adentrarme en un debate de libro, pero no. Mi infancia transcurrió en un
colegio de monjas que me ha hecho ser lo que soy. Punto y final. Las vivencias
a todos nos llevan al presente y mi raíz está en Sevilla. Yo paso a darle las
gracias al Gran Poder cada vez que me encuentro allí y a la virgen de la Piedad
cuando voy a mi pueblo. El amor a las imágenes es tradición y la tradición va
unida al amor. Yo eché los dientes en ese amor. En las caras de las imágenes me
circulan todas las vivencias pasadas que guardo en mi mente con recelo. Por
esto también se nos tacha mucho a los andaluces fuera de nuestras fronteras. Este
comportamiento se entiende como una gráfica innegable de la alabanza al becerro
de oro que bien escrita está en la Biblia. Yo no comulgo con una institución, pero
sí lo hago con mis raíces. Pero no nos entienden. Nos ponen en duda ante
nuestra exageración e incluso causamos risa o burla. Repito: no nos entienden.
Yo pensaba que no era tan difícil hacerlo, hasta ayer, que ni yo me entendí
visitando a mi amigo san Antonio, huyendo descabelladamente de los horarios de
misa y de las hostias consagradas para sentirme en paz.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ayer vi a un señor en la iglesia. Justo cuando yo salía, él
se posicionaba delante de la imagen del santo de Padua. Y mientras me lavaba
las manos con el gel hidroalcohólico, lo miraba y pensaba: él tampoco viene a
misa, pero le cuenta su vida. Otro hombre tan complejo como yo. Otra causa
perdida. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p>Y salí pacífica y sonriente al mundo, hasta que Dios quiera
o san Antonio me escuche. Amén.</p><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW51y0_EDyOVyWOqw67kNtGEiLkP2dMQ6phtT87HvJUJx_UBGH4-VG7cJYxV-rro4H9gFnVhnabwyu2QIlxrokBTnrZdq17lsc8JHp9gCSN4C2bB9cHYms-91VJB9ccxpaqslbrSFr6HxQ/s747/IMG-2237.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="747" data-original-width="668" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW51y0_EDyOVyWOqw67kNtGEiLkP2dMQ6phtT87HvJUJx_UBGH4-VG7cJYxV-rro4H9gFnVhnabwyu2QIlxrokBTnrZdq17lsc8JHp9gCSN4C2bB9cHYms-91VJB9ccxpaqslbrSFr6HxQ/w286-h320/IMG-2237.jpg" width="286" /></a></div><br /> <p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-14107502590462048642020-11-07T00:12:00.003-08:002020-11-07T10:11:23.992-08:00Siete de noviembre. <p>Es importante llevarnos a nuestro terreno todo.
Absolutamente todo. Porque solo así le damos nuestro ADN. Esto lo aprendí en mi
casa desde muy niña, por eso voy a contarte algo.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hay catorce Florencios distintos en el santoral y mi abuelo
decidió que el suyo era el del día siete de noviembre. O sea, el de hoy. Hoy se
celebra san Florencio de Escocia, obispo de Estrasburgo. A mi abuelo le hubiera
dado igual que fuera de Bollullos de la Mitación o de Hospitalet de Llobregat.
A él lo que realmente le sonaba bien era el siete porque siempre fue su
número favorito y decidió celebrarse en él. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Tras esta decisión firme, como comprenderás, para mí este
siete siempre fue fiesta, aunque tuviera colegio. Yo no soy mucho de hacer
regalos, por eso cada vez que los hago son de corazón. Con los de mi abuelo me
comía los sesos cada año por ser original y siempre le sorprendía mi ingenio.
Una alfombrilla para el ratón de su ordenador con nuestra foto, una taza
personalizada, una caja del chino pintada y forrada con nuestras caras, entradas
de conciertos, cartas escritas a mano, libros… hasta un año que le regale una
maquinita que trituraba papel porque le dolían las manos cuando hacía limpieza
de facturas. A mí me gustaba ver el brillo que le salía por los ojos y el leve
movimiento que hacía su barriguita cuando reía. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Si el siete de noviembre coincidía entre semana, él esperaba
al sábado o al domingo para reunir a la familia e invitarnos a comer. Siempre
fue buen anfitrión. Siempre nos dio lo mejor. Por eso nos dejó a todos el siete
como suerte. Y desde que ya no está, como señal de que vamos a tenerla. Por su culpa, si veo un siete en un cupón tengo que comprarlo, aunque yo tenga otro número
favorito y aunque no tenga pensamientos de invertir dinero en el juego. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Lola Flores les decía a sus hijos: “cuando os incordie una
mosca y yo ya no esté, no la matéis, que seré yo”. Y sus hijas, a día de hoy,
se limitan a espantarlas pensando en la sentencia de su madre. En mi casa es
igual con el siete. Porque mi abuelo se lo llevó a su terreno, lo hizo suyo, su
terreno es bendito y, ¿quién es el valiente que no compra el siete? Tú sabrás y
en tu conciencia va. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hoy es san Florencio y miro al cielo. La fiesta está
montada, pero es interna. Porque si me pongo a llorar sé que es por el egoísmo
que nos nace a todos al echar de menos. De nada sirve decir que le regalaría
los dos brazos al mismo diablo por volver a abrazarlo y que me bañaría en lava ardiente
por escuchar su voz. Pero sí me sirve llevarme la pena a mi terreno para
transformarla en alegría y darle mi ADN. Y así mantenerle el sello propio al
amor inconmesurable que siento por mi abuelo, por mi siete. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p class="MsoNormal" style="text-align: center;">Feliz día, mi amor. Desde que te crecieron alas, intento
buscar similitudes entre tu cielo y mi suelo. Y cuando las encajo, me crecen a
mí. Dondequiera que estés. Voy a celebrarte y tengo tu regalo. Hoy te he traído
a mi terreno, al blog. Bien me lo enseñaste.</p></blockquote><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh22VhYV_OQGeDJWJfb03ISkXnp83wPf5cjr132obgrTCaixzKniXfkUNPclabLnQZWKldBtEtuMJfbVyqJLVieE4JVX8IQGGaOihg3W3E7in6TRH5xwpdeHmh52w1u20NIJkObvbRNY26Y/s2529/IMG_2138.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1243" data-original-width="2529" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh22VhYV_OQGeDJWJfb03ISkXnp83wPf5cjr132obgrTCaixzKniXfkUNPclabLnQZWKldBtEtuMJfbVyqJLVieE4JVX8IQGGaOihg3W3E7in6TRH5xwpdeHmh52w1u20NIJkObvbRNY26Y/w400-h196/IMG_2138.jpg" width="400" /></a></div><br /> <p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-67331484653502913292020-11-03T01:07:00.059-08:002020-11-03T01:29:08.860-08:00Es mejor que nos pase. <p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: times;">Llegó noviembre, ese mes que pasa desapercibido ante la prisa que llevamos todos para despedir el año. Noviembre sabe vivir perpetuo a la sombra de unas navidades que cada año le roban el protagonismo. Y ese noviembre llegó ofreciendo un puente inhóspito que la gran mayoría de nosotros no ha podido cruzar. El descanso y el estiramiento de piernas ha sido casero. Ahora sabemos qué sienten los animales en el zoo. Como el tigre albino hemos mirado cada tarde la caída del sol tras los cristales. </span></p><p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: times;">Llegó noviembre y no trae la fórmula de nada. Sus días vienen con precinto puesto. Podemos seguir regodeándonos en malas noticias o seguir haciendo malabares para llegar en línea recta a besar al santo que algún día besaremos, digo yo. Porque el tiempo pasa y lo hace para todos.</span></p><p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: times;">El otro día me llevé un disgusto terrible: quince años cumplió la princesa Leonor. QUINCE. Yo no soy monárquica, pero tampoco hacía falta que la Corona me hiciera sentir tan vieja. Si la vimos nacer ayer... Con lo mona que es la chiquilla y a mí me taladró su quince. No busquéis el porqué. A veces digerimos con facilidad los datos más complejos y los más simples son frenazos en seco que nos dejan unas secuelas dantescas. Por ejemplo: si hablo del Grand Prix con su Ramón García yo no me siento portando más años que un bosque. Recuerdo con cariño la tele de anchura mesa de camilla cuatro por cuatro que mi abuela sacaba al patio. La empujaba en una mesita de ruedas. Eran noches frescas de verano que ya no volverán como las golondrinas de Bécquer, donde en cada caída o resbalón de los participantes una risa inocente y contagiosa de niña vagaba a sus anchas. El patio estaba repleto de macetas y de sus paredes colgaban platos de cerámica y una jaula con un canario que se llamaba Arturo. Corría una brisa tenue que refrescaba el mármol del suelo y alrededor de una mesa blanca de hierro, mi familia se sentaba en sillas o mecedoras para cenar. En esas noches al fresco se quedó lo mejor de mi vida: los besos y achuchones que me daba mi abuelo. Pero memorar al Grand Prix no me hace sentir el paso de los años, que conste. Lo hace algo tan insignificante como la edad de la futura reina de nuestro país.</span></p><p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: times;">Llegó noviembre y cuando se vaya del todo, no quiero sentir que no lo he vivido. Yo quiero vivirlo todo, aunque sea desde mi hogar. El contador sigue su curso y los días en conjunto siempre tienen algo nuevo, aunque solo varíe el sabor del yogur que comas. Este presente algún día lo contaremos cuando nos pregunten y depende de nosotros el cómo contestemos. Debemos vivir para generarnos recuerdos, porque si no lo hacemos, ¿para qué pasa el tiempo? <b>Es mejor que nos pase. </b></span></p><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><b><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDwE7qO8NP0WH85m9AJucN_a_GXDAIAKq0FcR2B0t_aOLvjLVxU6kh8CbLaSmAnJHXCnIT2yRHwiTA2u4R9wNEOg5g-PYVm4y6AWxSJxmNbtPV5PYab2ylXlzBWWLSLYeZhAfeWkOYAnAv/s2048/IMG-4956.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDwE7qO8NP0WH85m9AJucN_a_GXDAIAKq0FcR2B0t_aOLvjLVxU6kh8CbLaSmAnJHXCnIT2yRHwiTA2u4R9wNEOg5g-PYVm4y6AWxSJxmNbtPV5PYab2ylXlzBWWLSLYeZhAfeWkOYAnAv/w300-h400/IMG-4956.jpg" width="300" /></a></div><br /><b><br /></b><p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-25907492117271992602020-10-30T03:32:00.004-07:002020-10-30T03:37:58.454-07:00La risa como símbolo de libertad. <p><span style="font-family: trebuchet;"><span style="background: white; color: #222222; font-size: 14.0pt;">Son casi las
doce de la noche y hablo con una amiga íntima que no lo está pasando bien. Y
abro paréntesis porque para pasarlo mal hay otros motivos de peso que no son
Covid y cierro paréntesis. Justifico su pena, como todo aquel que ha tenido que
cerrar ciclo con una persona que ama, ya sea pareja, amigo, vecino o primo. El
que esté libre de retener a alguien, a sabiendas de su toxicidad, que tire la
primera piedra. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">Mi amiga llora los desplantes que le
hace una de las suyas. Pero con un llanto sordo, seco, sin hacer ruido. Como
una madre que se tapa la boca para no alarmar a sus hijos. Y, ¿quién soy yo
para decirle que no sufra? Si a mí también se me enfriaron amistades de toda la
vida que ahora solo saben mi nombre y creen que me conocen por las simples
publicaciones de Instagram. </span><span style="font-size: 13.5pt;"></span><o:p></o:p></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-stretch: normal; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">A mi amiga le doy los consejos que
guardo porque me sirvieron. El rey de los eficaces y muy recomendado por
psicólogos es el de la carta. Folios, bolígrafo y recreación en el papel a
tiempo real de toda la mierda enquistada. Al terminar El Quijote, lo quemas. Y
como el fuego limpia y purifica en todas las culturas, en la nuestra también.
No es cuestión de que lo creas o no, es mera vivencia propia. Yo desde que
quemo papeles me va muy bien. La P de Perea etimológicamente viene de pirómana.
Y habrá quién también se lo crea. </span><span style="font-size: 13.5pt;"></span><o:p></o:p></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-stretch: normal; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">Intercambiar problemas se nos da bien a
todos. Sabemos solucionar los de los demás, antes que los propios. La paja en
el ojo ajeno nunca se hace grande. Yo quiero a mi amiga con todas las
almas que me caben en el cuerpo. Me subo la pestaña para que ría y le mato los
dragones. Ella no sabe que me acabo de tomar dos valerianas para dormir porque
yo soy el sonajero de mi círculo y le pongo la tilde a alegría. Desconoce
que me supera este corte de rutina en el que me invento una realidad paralela
para seguir pintando con colores. Para no volverme más loca que el mundo. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-stretch: normal; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">Es importante mantenernos con las
piernas rectas y también reconocer que, a veces, se nos doblan. Por eso debemos
agarrarnos a los hombros de los que ponen las manos en nuestros fuegos. Ahora
más que nunca. Y debemos gritar, patalear... Antes de que las preocupaciones
engendren bola en la garganta y asfixien. Aquello que se estanca, se pudre y no
siempre es fácil limpiar de raíz lo podrido.</span><span style="font-size: 13.5pt;"></span><o:p></o:p></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">Querer soltar sentimientos inservibles
forma parte de la madurez y del amor propio. Nos encanta bañarnos en un mismo
río. Y cuesta asimilar que el río, léase como vida, es uno, pero sigue su curso
cambiando constantemente de agua. En el cambio está el aprendizaje. </span><span style="font-size: 13.5pt;"></span><o:p></o:p></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">Este presente lo entiendo como una
balanza con sus altos y bajos. La pena no puede tener ningún empuje que lleve a
la victoria. Normalicemos los sentimientos. No disimulemos las penas con
Photoshop. A todos nos cortaron los planes. A todos nos llueven las nubes. A todos
nos decepcionaron. Todos echamos de menos la vida que planeamos. Seamos bálsamo
que cicatriza. Hoy en Madrid no ha salido el sol, pero yo me lo he dibujado
como tantos días. Y por eso se lo ofrezco a mi amiga. Mantengamos <b>la
risa como símbolo de libertad.</b></span><span style="font-size: 13.5pt;"></span><o:p></o:p></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p>
<o:p><span style="font-family: trebuchet;">
<o:p>
<o:p>
<o:p>
<o:p>
</o:p></o:p></o:p></o:p></span></o:p></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: trebuchet;">“Tu risa me hace libre,/ me pone alas.
/Soledades me quita, /cárcel me arranca”, escribió el poeta del pueblo Miguel
Hernández. Y cierro hoy este artículo con él, a 110 años de su
nacimiento. </span></span><span style="color: black; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"><span style="color: #222222; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p style="background: white; margin: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomBeLlPAlLokStUmCrJvwYY8126oMqkPir_Uo66z4Le8wruThTeEL0lKcGPzXLf19tWJjGKGPx-BYRB_h_MkyC1T5zLzti4OoPrRiyGNiAwPgUew84pdPAT1syg6r-_8F14B6S9MpAln5/s2048/IMG_1565.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomBeLlPAlLokStUmCrJvwYY8126oMqkPir_Uo66z4Le8wruThTeEL0lKcGPzXLf19tWJjGKGPx-BYRB_h_MkyC1T5zLzti4OoPrRiyGNiAwPgUew84pdPAT1syg6r-_8F14B6S9MpAln5/w400-h300/IMG_1565.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-size: 14pt;"><br /></span><p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-6854917816900334762020-10-26T07:14:00.002-07:002020-10-30T03:34:18.654-07:00Lo que nos ha cambiado el cuento. <p><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. Un toque de queda lo rompió.
Ya no volvemos a las doce de la noche con el zapato de cristal y nos cae multa
por montar la fiesta en casa a lo Blancanieves con los enanos. Atrás quedaron
los bailoteos. Ya los padres duermen tranquilos porque no tienen a ningún hijo
perdido en mitad del océano. Hasta los gatos se quedan tocando el piano en los
domicilios de sus amos. Todos quieren ser un gato Jazz.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. Ya no hay noches de amor
entre dos leones y el cielo no trae paz. Pocahontas no conoce a John Smith porque
necesita un motivo de peso para viajar. El paseo de la alfombra voladora va a
tener que esperar a que el mundo se vuelva más ideal. Somos como los buitres
preguntando a Mowgli: “¿Qué vamos a hacer?” y “¿Qué quieres hacer tú?”. Más
alto queríamos subir y esto nos hace sufrir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. En los mil colores del
viento que no vemos, nos nace al unísono un “¿Falta mucho?”, como ese asno que
ansia llegar al reino de “Muy muy lejano” donde ahora queda nuestra añorada
normalidad. Ya hasta los monstruos están perdiendo el negocio. Ni nos asustamos
con ellos. Cruella de Vil ya no es un espanto y Maléfica nos parece más bella
que el manojo de princesas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. Seguid el ejemplo de
Bella: refugiada en libros y lidiando con su propia Bestia. Pero tened cuidado
con el síndrome de Estocolmo, también mata. Hasta el espejo se cansa de vernos
en chándal y no nos dice que somos los más guapos del reino ni por cumplir. La
Sirenita ya no quiere las dos piernas, si total, para no salir del agua… Y no
pierde la voz, solo los nervios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. Yo le he pedido a los
Reyes Magos la motivación de Mulán y que la imaginación siga llevándonos al País de
Nunca Jamás. Estamos enredados como la melena de Rapunzel. Tenemos las casitas
llenas de chocolate y las intenciones de la Bella durmiente: mejor dormir para
olvidar. El cambio de hora ha convertido los hogares en el inframundo de Hades.
Hércules está desganado y no va a sacar ni el traje para Nochevieja. Sabe que
las gambas las va a pelar con la Ohana, que significa familia, a través de
pantallas y en la última campanada va a soltar el año como Frozen. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;">Lo que nos ha cambiado el cuento. Un toque de queda nos lo
rompió de tanto usarlo. Una mañana gris al abrazarnos sentimos un crujido frío
y seco. Cerramos nuestros ojos y pensamos: se nos rompió el cuento de tanto
usarlo, como predijo La más grande.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿O era el amor? ¡Qué
más dará!</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgst-sl202YL8KjHL7wnINgAj-R5oElMklZBVcmTp_RlPpslndwxD8fZzgoDywowywOe49dThU1LtF-FHLG21aw9NvHBawXpBOgdOPjuD4sXMMOlev5Muva0fUF3oL2Hx2h_xdIx-pFwPP2/s640/princesas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgst-sl202YL8KjHL7wnINgAj-R5oElMklZBVcmTp_RlPpslndwxD8fZzgoDywowywOe49dThU1LtF-FHLG21aw9NvHBawXpBOgdOPjuD4sXMMOlev5Muva0fUF3oL2Hx2h_xdIx-pFwPP2/w400-h300/princesas.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-54005449402488821702020-10-23T05:03:00.004-07:002020-10-24T09:13:58.383-07:00La red micelar. <p style="text-align: left;">Todos tenemos en la familia a alguien con quien nos
replanteamos el mundo en cada conversación. No importa que sea cara a cara o
por teléfono. En la mía tenemos un gen en común con una característica: charlatán
hasta por los codos. Hablamos mucho, tanto que no sabemos despedirnos. Desesperamos
al resto de la especie humana en muchas ocasiones. Pero eso a nosotros nos da
igual. Por eso sigue siendo el gen ganador.</p><p style="text-align: left;">Ayer me llamó mi prima. Quince minutos nos faltó para rozar
las dos horas de conferencia sin exageraciones. Forma parte de nuestra
normalidad. No de la nueva, sino de la de toda la vida. Después de preguntarnos
por los básicos de la salud, el trabajo y el día a día, llegamos al dinero y
como mi prima también fue dibujada por Quino, en menos de dos segundos nos
montamos una reflexión potente de carácter social. “Prima nos vamos a ir vivir al campo y plantaremos un
huerto. Como sigamos así, volveremos a nuestros principios y comida no nos
faltará”, me decía. Y reíamos.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Porque lo importante es el dinero. Da igual cuando leas
esto. Estamos perdiendo el norte. Nos estamos deshumanizando. El éxito social está
distorsionado porque va unido a nuestros caracteres y nos hemos construido en
base de una mentira: la felicidad. La felicidad es una falacia como concepto y
su búsqueda continua nos destruye. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Porque lo importante es el éxito. También da igual cuando
leas esto. ¿Qué es el éxito? ¿Cubrir expectativas? Pero ten cuidado: que sean las
tuyas, no las que te proyectan los demás. No podemos sentirnos frustrados por
una expectativa que no se cumple, porque, ¿Y si nunca fue nuestra? Estamos
programados para complicarnos. Desde tiempos remotos se ha tergiversado la
felicidad. Sin ir más lejos, mi abuela siempre me ha dicho que buscara un buen
trabajo de altos ingresos, porque si lo tengo, ya podré gozar de una calidad de
vida espectacular. Mi abuela viene de una generación emigrante, en la que primero
estaba el dinero. Daba igual levantarse día a día en una Alemania para ganarse
el pan en labores contrarias al disfrute. Daba igual que no se viera a la
familia. Daban igual los llantos en silencio. Lo importante era el dinero. Y con
ese pensamiento hemos llegado a nuestro redondo 2020. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Este sistema capitalista, donde el dinero tiene tanta
importancia y en el que pocos ven la mera moneda de cambios que es, menos son
los que se plantean el hecho de que no sólo venimos al planeta a trabajar.
Porque el trabajo, si te apasiona, puede ser un placer. Pero ojo, estamos
buscando la felicidad en un papel. Pero claro, ¿quién puede vivir sin ese papel?
Si no tenemos otro modelo de mundo. El dinero es la felicidad y gastamos la
vida en pelear para conseguirlo. Nos colgamos el cartelito de “No a la guerra”
y de la guerra no nos desprendemos nunca. La llevamos encima. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ser humanos es tener muchas emociones y la felicidad es un
opio. Es algo tan básico que nos asusta y como nos han vendido el concepto de
inmutable, nos hemos complicado y salen de las piedras profesiones de autoayuda
para buscar el qué. ¿Qué te hace feliz a ti? Pues pagas para saberlo. Yo
también. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Se ha desvirtuado la felicidad y el resto de las emociones
gracias a las redes. Vemos al vecino feliz, o al que fue un íntimo y “¡Ay que
ver lo que le ha cambiado la vida, con lo tonto que era cuando estudiaba conmigo!”
y nos lo creemos. Pensamos que la gente es feliz porque tiene dinero y vive sin
problemas. Pero la felicidad es una emoción y no tiene ni más, ni menos peso
que el que queramos darle. La felicidad se convierte siempre en recuerdos,
porque son momentos. Solo momentos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hemos perdido el éxito humano porque trabajamos muy lejos de
las auténticas raíces humanas. Soñamos con dejar un patrimonio, pero ningún
aprendizaje. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Quién no busca seguridad en tiempo de crisis? La seguridad
es paz y desgraciadamente nos hemos creído que esa paz lo único que nos la da
es el dinero. No estamos pegados a la tierra. Nos estamos perdiendo nosotros y,
a su vez, los valores. La violencia se expande de forma desmesurada. Hasta en
la cola del supermercado la gente discute. Este nivel no es aceptable, no es
nuestro. Quiero pensar que no es humano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero, ¿acaso nos enseñan a mantener nuestra esencia? No hay
educación emocional en los colegios. No interesa. Hay buenos profesores, pero
el temario está obsoleto. Las raíces cuadradas se imponen ante cualquier estado
emocional. Si hasta se iban a cargar la Filosofía… Enseñar a pensar no es
válido. No interesa que la gente se conozca. Distraer al rebaño con minucias,
eso sí. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Somos sobresalientes en cainismo. Lo individual está por
encima de la unión. Competir es una de las premisas, pero olvidamos que solo se
compite con uno mismo y no machacando al de enfrente. Pero es que también nos
han vendido que las separaciones funcionan. Da igual que pierdas el origen, la
cuestión es destacar. Y el trasfondo es muy negro. La gente quiere verte bien,
pero nunca mejor que ellos. Menos mal que en mi familia aún compartimos el gen
de charlar con el que intercambiamos recursos, como <b>la red micelar </b>oculta
de los árboles y plantas que imita a Internet, que nos une a través de un
debate y nos lleva a querernos. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxcFd8VGG-arayzSWRklA-haiXZCPyfvb6c6X-HcRV1X40smItb1fkJ_Ug86ely6a0BWJuJbmQVKusS4o0ICJluGunCvc_B2ExMDhCfnjpV1sIZ9dMafHp9ya5ktPbmvjMqvyXPLG4sqK/s2048/IMG-0440.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxcFd8VGG-arayzSWRklA-haiXZCPyfvb6c6X-HcRV1X40smItb1fkJ_Ug86ely6a0BWJuJbmQVKusS4o0ICJluGunCvc_B2ExMDhCfnjpV1sIZ9dMafHp9ya5ktPbmvjMqvyXPLG4sqK/w300-h400/IMG-0440.jpg" width="300" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-73911603245896831652020-10-19T07:11:00.000-07:002020-10-19T07:11:56.706-07:00La ansiedad, un tabú gastado. <p>Qué poco hablamos de los temas que más nos importan.
Pensamos de antemano que no nos escucharán. Si total, ¿Para qué? Eso es
ansiedad. Ansiedad, ¡Qué palabra tan recurrente! ¡Qué ibuprofeno para cualquier
dolencia! ¡Qué cinturón con tantos agujeros! Ella aparece cuando el alquiler no
se paga solo, cuando te quita el sueño unas oposiciones, cuando el trabajo no te
deja tiempo ni para comer, cuando te matan con una noticia fea… En resumidas
cuentas: aparece cuando la vida regala baches que nos ponen a prueba y que se llaman
obstáculos.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ahora me voy a dirigir al lenguaje coloquial del pueblo
llano: Si te duele la cabeza es por ansiedad. Si te tiembla el párpado es por ansiedad.
Si te olvidas las llaves de tu casa en otro bolso o te pones la camiseta del
revés, no es por despiste, es por ansiedad. Si tu metro tarda es ansiedad. Si
te olvidaste de un cumpleaños es ansiedad. Si estás estreñido es ansiedad. Si
se te cae el pelo, no hay motivo más rápido, ni más consistente que la ansiedad.
Si no te toca el cupón del viernes es por ansiedad y si el sol se va cinco
minutos antes de lo previsto también es ansiedad. El mundo es ansiedad y la
ansiedad es <b>un tabú gastado. </b><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo recuerdo que no hace mucho hacíamos uso de otras palabras.
Nuestros dramas tenían otros motivos y sacábamos otras conclusiones más ricas.
Cuando el alquiler no se pagaba solo decíamos que era por no tener trabajo.
Cuando te quitaba el sueño unas oposiciones era por la responsabilidad tan
grande que supone tal hazaña. Cuando el trabajo no dejaba tiempo ni para comer
era por un día ajetreado. Cuando te mataban por una noticia fea, era por la incredulidad
que generan las desgracias. Y cuando la vida te ponía a prueba te levantabas o
te hundías, pero nadie te decía que era ansiedad. Antes había otro tipo de
contestaciones, otros remedios y otros porqués. Ahora hasta hay médicos que
antes de que les cuentes tu mal, te frenan en seco con un “es ansiedad” y
piensas “¿Para eso ha estudiado una carrera?”. Yo admiro con fervor el trabajo
de los sanitarios, pero esto último no me lo estoy inventando. Calmaos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La ansiedad repetida no solo es un trastorno, sino que
también puede convertirse en un rasgo de personalidad a la larga. Es la bandera
roja que se iza cuando la mente y el cuerpo huelen el peligro. Es un
sentimiento normal con sus escalas, sus tratamientos y sus matices. Es muy
seria. Afecta a un número ingente de la población en al algún momento de la
vida. Ahora en circunstancias presentes cada vez más. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y si es tan seria, ¿Por qué la utilizamos como parche en
cualquier conversación? Dejémosla a un lado, respetemos el término y hablemos de lo que de verdad nos
importa. Lo mismo no es ansiedad y son nervios. Hacedme el favor. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRxqxcNVvZtzGRzPo5BobGClImReGitRSy-QG-0sA29Hnxowe9T7Js508EmmQgy-GNZnEWleXkpWJT-FMeZHa8lDRdz-holFpMU79U0ck4qd7D2kCLZ-ux326FQW1xB5ts0k2XRQLvc9WK/s1280/IMG-0866.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="721" data-original-width="1280" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRxqxcNVvZtzGRzPo5BobGClImReGitRSy-QG-0sA29Hnxowe9T7Js508EmmQgy-GNZnEWleXkpWJT-FMeZHa8lDRdz-holFpMU79U0ck4qd7D2kCLZ-ux326FQW1xB5ts0k2XRQLvc9WK/w400-h225/IMG-0866.JPG" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-78025052251243741392020-10-15T04:07:00.003-07:002020-10-15T04:29:01.088-07:00A palabras necias. <p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Este artículo se podría haber publicado en cualquier
28 de febrero de la historia de la humanidad. Y es que a Andalucía siempre hay
que defenderla de lo mismo: de los prejuicios y del insulto fácil. Nunca entenderé
esa quina hacia el pueblo andaluz. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Desde la explosión del Big Bang, los andaluces lidiamos
con esos compañeros tóxicos que critican el trabajo, la ropa y el pelo de otros,
sin mirarse ellos antes el ombligo propio. Claro está. Una de esas compañeras es
Díaz Ayuso, que escupe antes de ponerse a fregar un Madrid por el que encima
le pagamos. Ayer la buena señora dijo que en Andalucía solo vivimos de
subvenciones. Y es lógico, porque siempre estamos durmiendo la siesta y habrá
que comer, señora. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Blas Infante decía que la cultura primitiva andaluza
fue directora del mundo y tenemos un sol que es demarcación natural de la
tierra. De Andalucía salieron emigrantes y mano de obra. Nuestras generaciones
pasadas desgraciadamente no supieron tanto por los criterios estudiados, sino
por lo que vivieron en sus carnes. Ellos creyeron durante años que no podrían
aspirar a otra cosa que no fuera ser peón de albañil. Los mejores poetas, los
mejores músicos, los mejores pintores siento decirle que son andaluces. Nos
construimos a nosotros mismos. Y todos los que llevamos la blanca y verde con
amor y libertad de estado, los que ya somos nuevas generaciones preparadas,
tenemos en común las herramientas necesarias para saber defendernos de los
estigmas, que gente como usted, sigue poniéndonos. Porque Andalucía se siente y
se lleva dentro y se alza en cualquier parte del mundo. No conozco a un andaluz
que no presuma de tierra, ni de raíces. Aunque resida en Japón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La principal crisis que tenemos los andaluces es la
humana, porque la forman personas como usted que en vacaciones se bañan en
nuestras playas y el resto del año se mofan hasta de nuestros acentos. Porque
la gente como usted no sabe construir una sociedad mejor, aunque le paguen por
ello. En Andalucía no somos nacionalistas, somos humanos, tan humanos que hasta
nuestro himno pide paz y esperanza, fíjese usted. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero que la riqueza de Andalucía se ha creado sola.
Los 50 grados a la sombra en agosto son nuestra excusa perfecta, señora. Los campos,
los olivos, las campiñas, los pueblos blancos, las fábricas que nos quitaron
los capitalistas a los que usted defiende… Todo lo sacamos de una chistera
mientras nuestros abuelos deambulaban en la fase REM del limbo de los sueños. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Mire, aunque le moleste, en Andalucía sabemos con arte
que toda cruz tiene dos caras, como una moneda, y en una de esas caras dibujamos la alegría. Por eso sabemos mirar el lado bueno de las cosas que nos
pasan. Pero a su gestión, señora, no hay quién le saque la alegría. Así que no
venga a tocarnos las palmas, que en compás somos eruditos. Porque por sus prejuicios,
mis ancestros fueron desprestigiados antes de ser vistos. Y mantener esos
prejuicios vivos a través de su micrófono solo nos llena de veneno, el mismo
veneno que llevamos toda la vida limpiando. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La riqueza lingüística, patrimonial y cultural de
Andalucía ya se la explico otro día, que me he propuesto hacer artículos cortos y
la explicación es tan densa como el poder de entendimiento que tiene su cabeza,
señora Ayuso. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">No quiera tanto a los madrileños, solo mejor. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Los andaluces que salen de su tierra no son mejores que los que se quedan. Yo no soy mejor.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">De una andaluza que ama a su tierra y que se redime de
sus necias palabras. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjovPtpdLdCdvbZwhdcZrI4z7LVqcPHLrsTWDd7H716S1_Prqs9mlV9KfSkq4W7u2v1Zz1rRurIHnTLBf7cL9xQULqF58O3SdjFkOsUH7MlO_QYw0fK7wcYSzUFIdelB4Q2jkZeXXt7Ow3I/s2048/IMG_E4526.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjovPtpdLdCdvbZwhdcZrI4z7LVqcPHLrsTWDd7H716S1_Prqs9mlV9KfSkq4W7u2v1Zz1rRurIHnTLBf7cL9xQULqF58O3SdjFkOsUH7MlO_QYw0fK7wcYSzUFIdelB4Q2jkZeXXt7Ow3I/w300-h400/IMG_E4526.JPG" width="300" /></a></div><br /><p></p>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-18087838595070475302020-10-13T09:37:00.000-07:002020-10-13T09:37:30.093-07:00Pobre, pero rico. <p style="text-align: left;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: 12pt;">Todas las mañanas, al salir de la cama, me acerco a la
ventana en un acto instintivo para levantar la persiana y ver el día que hace. </span><span style="font-size: 12pt;">Si me sorprende un sol alto, sigo a lo mío y si
llueve, truena o hace frío pienso en los pobres desafortunados que viven en la
calle. Este sentimiento de buena samaritana no lo he adquirido con los años. De niña nunca disfrutaba los días malos, incluso me agobiaban. Yo en mi cuarto
de juegos resguardada con la estufa en invierno y, ¿Qué sería de aquellos que
estarían en la calle mojándose? Pobrecillos.</span></span></p><p style="text-align: left;"></p><div style="text-align: left;"><span style="font-family: times; font-size: 12pt;">A mí me encanta mi barrio. No es el más capitalista,
es conocido, céntrico y de ahí le viene el disparate de precios en la vivienda,
como ocurre en todas las grandes capitales del mundo. Mi barrio está lleno de
comerciantes veteranos, parques, espacios dedicados al arte, bares, </span><span style="font-family: times; font-size: 12pt;">Mercadonas</span><span style="font-family: times; font-size: 12pt;">,
talleres de costura, museos, árboles, calles peatonales, guarderías, colegios, bancos,
clínicas dentales, cines, autoescuelas, tiendas de tatuadores, despachos de
abogados, churrerías, estancos, farmacias y una estación donde se bajan todos
los que llegan a Madrid. Mi barrio tiene mucha vida, pero también tiene
miseria.</span></div><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">Desde que una pandemia se apoderó de nosotros, he
notado con creces el aumento de vagabundos sin rumbos pidiendo en la calle. No
quiero decir con esto que antes no existieran. Solo que ahora se hacen mucho
más visibles sus presencias porque hasta en los rincones que antes estaban
vacíos, ahora están ellos con sus cartones. Y a mí esto me encoge el corazón,
será porque no soy política.</span></span><p></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">En el banco que colinda justo con el portal de mi casa,
desde el primer día en el que me mudé, veo a un señor muy pintoresco. Al principio
no creí que viviera en la calle. No iba mal vestido. Una camisa clara, americana
oscura, pantalones grises y zapatos negros de cordones. Lo que me llevó a tal
conclusión fue que nunca se cambiaba de ropa y que los vecinos le dejaban plásticos
con comida en el banco. Pero la primera vez que yo me fijé en este señor no fue
por nada de esto: fue porque, pasara a la hora que pasara, él estaba leyendo un
libro. Y me dio una ternura desmedida verlo metido de lleno en la historia, con
la cara pegada al papel a sus setenta y tantos (imagino) largos años. Prácticamente
era un abuelito leyendo. Y a mí me tocó el talón de Aquiles.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">A veces, en las secuencias más bobas de mi vida me
entra una especie de timidez que no casa con mi forma de ser. Me daba cierto
pudor entablar conversación con el señor, por eso a día de hoy no conozco su
nombre, ni sé en qué lugar duerme. Eso sí, se alimenta en el comedor social de
mi barrio. (Me llegó la información por un vecino).</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">Un día vi el banco vacío y como no quise ponerme en lo
peor, subí a casa, cogí un libro, bajé a la calle y lo dejé en la madera del banco. En esta sociedad que tenemos, la gente no
roba libros. Otra historia son los móviles, las carteras… pero si se robaran
libros, la vida sería otra cosa. Estaba convencida de que ese hombre a su vuelta
al banco, lo vería y lo leería. Deseé que no tardara en encontrarlo. Pasé por
el lugar cinco veces en el mismo día. Y allí estaba impoluta mi “Crónica de una
muerte anunciada” de Gabriel García Márquez, tal y como la había dejado.<br /></span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">Llegó la noche y me dormí un poco triste al ver que
ese hombre no había visto mi regalo. La libertad que se encuentra en los libros,
solo se encuentra en los libros y yo estaba convencida de que ese hombre burlaba
su situación, consecuencia de un sistema desigualitario, con la libertad del
papel. Los libros hacen a las personas libres.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">A la mañana siguiente,
salí temprano de casa para coger el metro. Deseosa de que se obrara el milagro,
miré al banco y allí estaba el señor con mi libro en sus manos. No me acerqué, fui muy cobarde y seguí mi camino, pero guardé en la retina durante muchos días la imagen de ese
hombre siendo pobre, pero rico. Porque era eso: <b>pobre, pero rico</b>. </span></span></p><div><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div><div><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKEQebQAfVPAxscwuNARzwiMvdiXod4_rkUx2iVZrpXwRCVpan9BeHYnWz1A1jm97xWu9CG3O2B3RLweA_lU2iTMNbZaDj-wJLus3p-ibuaDXDt2WTQCQjUAS7wIpv8_u9Oz00od87alqU/s745/IMG_0599.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="745" data-original-width="587" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKEQebQAfVPAxscwuNARzwiMvdiXod4_rkUx2iVZrpXwRCVpan9BeHYnWz1A1jm97xWu9CG3O2B3RLweA_lU2iTMNbZaDj-wJLus3p-ibuaDXDt2WTQCQjUAS7wIpv8_u9Oz00od87alqU/s320/IMG_0599.jpg" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-79429078036552883312019-03-18T14:29:00.004-07:002020-10-13T04:38:29.045-07:00Ser tú mismo o misma, una proeza de superviviente. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgKaISNU0Sb5FZ5KwlmUt4AM6c51AdwC9BxuX9jNsZhWFc-IToE_XX6oehUJtxCvBan7N-laaWY1o5dN_XnBzDhEhRPifWcC5HAgen3ZuybSIZmVPtt7Pl645PFW0BVfhO8YOy8PH7quaW/s1600/IMG_3218.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="750" height="321" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgKaISNU0Sb5FZ5KwlmUt4AM6c51AdwC9BxuX9jNsZhWFc-IToE_XX6oehUJtxCvBan7N-laaWY1o5dN_XnBzDhEhRPifWcC5HAgen3ZuybSIZmVPtt7Pl645PFW0BVfhO8YOy8PH7quaW/s400/IMG_3218.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ser lo que eres, lo que te nace de dentro y ponerle voz a eso
que viaja en ti como el agua por el tallo que sostiene a la planta, es un reto.
<b>Ser tú mismo o misma, una proeza de superviviente.</b></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Los mejores consejos que en su mayoría salen de las bocas
que te soplaban la sopa cuando te preparabas para estrenar primeros pasos,
mantienen un único trasfondo: “Sé tú mismo o misma, cariño”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
¿En cuántas películas, obras de teatro o libros las frustraciones del personaje
principal se agarran a esas buenas palabras que le regala un secundario casual mientras
divisa un futuro desenlace que no desea? Ni en una, ni en dos y ni en tres. Si
hasta en anuncios de televisión, en cuñas radiofónicas o entre canción y canción de <i>Spotify</i> te las encasquetan (Sí, no soy “premium” en nada y tampoco en
<i>Spotify</i>). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vivimos en una sociedad borreguista, donde "tantos <i>likes</i>
tienes, tanto vales". En ella, los que no se conforman con lo puesto y pretenden
crear arte de sus propios pensamientos tienen millones de inseguridades alimentadas
por miedos y frustraciones varias; y los que se conforman no se plantean más que
seguir “la verdad” que siguen millones y millones y millones de nombres. Hay
que ser muy valiente para ser lo que eres y no seguir el patrón. Estamos a punto de regalarle el voto a la ignorancia, a la
homofobia, a la carencia de derechos humanos, a la falta de civismo, al
machismo y no al racismo, sino a la aporofobia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Me da más miedo volverme inerte al futuro, que la muerte. Desde
niña me ha costado mucho mantenerme en silencio, al margen y recta con las
piernas cruzadas. Sigo sin hacerlo. Me aburro. Calladita sólo está más guapa la
que se lo cree. Continúa dándome pereza el color blanco de la caja de
Plastidecor, ¿Tú lo usaste alguna vez? Yo si lo hubiera hecho lo recordaría,
pero pasó desapercibido. Como tanto actores y actrices que no son guapos, ni
guapas. Como tantos escritores y escritoras que aún no tienen nombre, ni
millones de seguidores en las redes. Como tantos pintores, modelos, empresarios
y empresarias de tiendas vecinas que cierran... ¡Ay, la era virtual! ¡Ay, la vista rápida y el poco indagar!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Podría seguir, pero todo esto venía a que nos introducen en
el cerebro el “sé tú mismo”y nadie avisa de que te tienes que apretar la
armadura porque te van a venir dos guerras: la de la masa dispuesta a generar
productos como avatares sin consistencia y la tuya interna para encontrar la
paz interior ante tanto modelo preestablecido por… (no quiero mentar gobiernos,
ni religiones, ni opios).</div><div class="MsoNormal"><br /></div>
<div class="MsoNormal">
“Tú no pienses, pero sé tú mismo”. A esto nos enfrentamos. Es
real.</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Tan real como que nos queda seguir con el trapito
limpiándole las manchas al optimismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Tan real como que esta reflexión me ha venido a la mente mientras
paseaba por el Retiro, al ver a un grupo de jóvenes y “jóvenas” modernos y modernas posando, esperando a ser
devorados y devoradas por <i>likes</i> que les recordarán lo que valen. Y seguramente hasta
se lo crean. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiEsrl3IJqYK7kXuL1SW9RxyKFBgng22T8M8rGdocEn7yv_nyj-LbdmP2LMU9bBtzyNAz5IQlBgjyXf-wuLzSZZm6uiZorV8jJU2saOKP2S5aOco76wDKUG4CeTrkXH3FMCvW46ZC75HCI/s1600/IMG_3219.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="749" data-original-width="657" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiEsrl3IJqYK7kXuL1SW9RxyKFBgng22T8M8rGdocEn7yv_nyj-LbdmP2LMU9bBtzyNAz5IQlBgjyXf-wuLzSZZm6uiZorV8jJU2saOKP2S5aOco76wDKUG4CeTrkXH3FMCvW46ZC75HCI/s400/IMG_3219.jpg" width="350" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;">Besos en la frente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;">Ana</span></div>
<br />la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-14191944151895923542019-02-08T03:50:00.000-08:002019-02-08T03:50:26.773-08:00A Federico. <br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">La parte
que menos me gusta de cumplir años es la rapidez con la que éstos pasan sumando
días en el calendario sin hacer ruido. Como todo yin tiene su yang, mi parte
favorita de sumar vueltas al sol es la ola (pequeña o grande) de demostraciones
afectuosas e imprevisibles de los que siempre te esperan, quieren y
acompañan.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Aún me
quedan varias semanas para acostumbrarme a la nueva cifra que me marcará el
DNI, pero una de mis mejores amigas me ha hecho ya un regalo. Es un libro de
cómic: <i>“La vida y muerte de Federico García Lorca”</i> de Ian Gibson e ilustrado
por Quique Palomo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4hvYYfhQJwXLoU2h74t60HuKIJMsAKETi6X7JOwS1TSlkFaSORrKNuBLh6lCeI7kVF8q7QwmwP3j-TawquK6ppDuYIJQ6lDSE79xwKnl0mkD4RaBBhvsNQTEIXt7JuASqpksSaZiqQ8ea/s1600/IMG_2128.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="751" data-original-width="750" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4hvYYfhQJwXLoU2h74t60HuKIJMsAKETi6X7JOwS1TSlkFaSORrKNuBLh6lCeI7kVF8q7QwmwP3j-TawquK6ppDuYIJQ6lDSE79xwKnl0mkD4RaBBhvsNQTEIXt7JuASqpksSaZiqQ8ea/s400/IMG_2128.jpg" width="398" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Reconozco
que este libro lo ojeé hace unas semanas y lo catalogué como “próxima compra
futura” sin decírselo a nadie y sin publicarlo en redes sociales. Con total
secretismo. Pero como las muestras de
cariño de los que esperan, quieren y acompañan ya he dicho antes que son
imprevisibles, pues mi amiga que tan bien me conoce, me sorprendió. (Y a ella
le sorprendió que lo devorara en un par de horas). No pude evitarlo. Me hago
mayor y mi intensidad por lo que me apasiona se multiplica tanto como las
canas, tanto como la ignorancia a lo que no me aporta. <b>A Federico</b> nunca pude,
ni puedo evitarlo. Yo ya lo admiraba desde hace años, pero cuando empecé a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vivir sola en Madrid me acerqué aún más a su
obra. Dicen por ahí que cuando nos alejamos de nuestras raíces es cuando
realmente las conocemos de verdad. A mí me ayudó a conocerlas Federico. Él fue
manantial permanente de creatividad contrarreloj y el mejor juglar que ha
tenido la cultura popular de este país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXnWQCFH8ML3sCGMCBIzyGv4cFIARqMPmdHExGymAm2t_KnP9FHOGQe9JjJFC7YTFyS4tPdtaToTeU6MC2pneFWsY0RaPCoYZ0XxHdUfSL-T2PWzKhpN8BXcBg_IL1APur8M5EuWiT9L-S/s1600/IMG_2116+-+copia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1144" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXnWQCFH8ML3sCGMCBIzyGv4cFIARqMPmdHExGymAm2t_KnP9FHOGQe9JjJFC7YTFyS4tPdtaToTeU6MC2pneFWsY0RaPCoYZ0XxHdUfSL-T2PWzKhpN8BXcBg_IL1APur8M5EuWiT9L-S/s400/IMG_2116+-+copia.jpg" width="285" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
En este
libro, tanto Ian Gibson (su biógrafo) como Quique Palomo con sus dibujos ofrecen a la
perfección un análisis perfectamente creado de la vida, obra y muerte del
dramaturgo español por excelencia. En estas líneas he sentido que conocía con
más profundidad la vocación docente de Vicenta Lorca, su madre, tan atenta siempre a
la educación de Federico y al analfabetismo de los campesinos de Fuente
Vaqueros. También parecía que resonaba en mi cabeza las notas del primer piano
que tocó Federico gracias a su profesor Antonio Segura o incluso me dio la sensación
de ser una más en esas tertulias críticas de un grupo de jóvenes artistas e
intelectuales apodado <i>“El rinconcillo”</i> en el Café Alameda de Granada. También
sentí impotencia con <i>“El maleficio de la mariposa”</i>, su primer estreno teatral en la sala Eslava madrileña en 1920 y
a su vez su primer fracaso. Ni el público, ni la crítica lo entendieron.
También me divertí en el momento en el que Federico aprendió a tocar la guitarra gracias a unos gitanos que
le inculcaron la expresión esencial del cante jondo y que años más tarde derivó en uno de mis
libros de poemas favoritos: <i>“El romancero gitano”</i>.</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Podría
contar muchas cosas que tantos saben: su estancia en Argentina, Nueva York,
Cuba, Vermont, su depresión, sus amores,
la obsesión de sus padres por su economía, su paz en Cadaqués, su<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>“Libro de Poemas”</i>, <i>“La zapatera prodigiosa”, “El
público”, “Bodas de sangre”, “Mariana Pineda”, “Yerma”</i>, la interpretación de
Lola Membrives y de Margarita Xirgu… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr4ctnaw_ua0D5HTpVx0hn2c4t0nYfdhi335ou3y1w9SYm25yId06-iqEl0_94XYIdmBxcLfbpmD1RMN5gn58z9pYzkFLEKegTL26D6DUL8smDMVJ65agPqQJr-emU4ETIUJb7GpNQSMCU/s1600/IMG_2117.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1100" data-original-width="1600" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr4ctnaw_ua0D5HTpVx0hn2c4t0nYfdhi335ou3y1w9SYm25yId06-iqEl0_94XYIdmBxcLfbpmD1RMN5gn58z9pYzkFLEKegTL26D6DUL8smDMVJ65agPqQJr-emU4ETIUJb7GpNQSMCU/s400/IMG_2117.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Al cerrar
las páginas del regalo de mi amiga, me invadió en el cuerpo una terrible
tristeza y no porque me sorprendiera el final. La vida y asesinato del poeta ya la
he leído en muchas ocasiones. Mi tristeza repentina apareció porque intenté
buscar las siete diferencias entre los
años que vivió Federico y nuestro
presente. Me costó encontrar una sola y de ahí la pena. Porque mi héroe de
brillante tinta está en una cuneta a diferencia de sus matones, que continúan
enterrados como reyes, amparados por la típica ignorancia atrevida de su panda
de patriotas. Si Federico levantara la cabeza y mirara a su Andalucía girando
sobre un eje podrido, llenándole sobres
que repiten una historia difícil de olvidar, asfixiando el libre pensamiento y
la cultura, quitando tantas migajas de pan, como derechos. Tan bella, tan
alegre, tan rota, tan llena de paisanos ilustres fuera de sus fronteras,
envasada a un vacío con cargos de pocos condimentos, tan cansada de no ser
políticamente correcta, manteniendo el tipo ante los estereotipos y los cuentos
de criadas con su verde esperanza. <i>“Verde,
que te quiero verde”</i>, que tantos y tantas recitaron y cantaron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Voy a parar
porque me hierve la sangre con esos y esas que taponan la libertad y porque la censura sigue acompañando a los tiempos
verbales en presente con emoticonos. En un presente que, por cierto,
conmemora los cien años de la llegada de Lorca a Madrid, a la
Residencia de Estudiantes. La mano esencial que le tendió Fernando de los Ríos (diputado
socialista por Granada y ministro de la segunda República) para que formara
parte de dicho lugar, hizo que compartiera mesa con
Luis Buñuel, José Bello, Salvador Dalí, entre otros. Todos jóvenes soñadores en aquella
época y con muchos pasos por dar. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Este año Madrid mantiene vivo al poeta andaluz, cuya vida fue corta</span>, pero intensa. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIXHAkYkPlnFJB-5Qq3JL7NoIwa95kyMC1CjOZSWwXXDejVO_RcPIbTuxW7N16wOgpB4eNCm9eB2X0e2AoeRPWJcSPzbg_9YPY33wa_qDNbspj_kAKDXnSr1eEZIxkcu4r0hOPoFYRoImU/s1600/IMG_2127.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="739" data-original-width="750" height="315" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIXHAkYkPlnFJB-5Qq3JL7NoIwa95kyMC1CjOZSWwXXDejVO_RcPIbTuxW7N16wOgpB4eNCm9eB2X0e2AoeRPWJcSPzbg_9YPY33wa_qDNbspj_kAKDXnSr1eEZIxkcu4r0hOPoFYRoImU/s320/IMG_2127.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como todo yin tiene
su yan, a Federico no le dejaron cumplir muchos años, pero el cariño de los que
lo esperaron, lo quisieron y lo
acompañaron multiplicó sus vivencias, sus éxitos y sus fracasos. Con su obra le
contó su aprendizaje al mundo entero que se dejó contar. Una obra universal por
la que seguirán pasando nuevos y veteranos amantes, detractores, oportunistas,
opresores, pero por la que afortunadamente nunca pasan ni pasarán cumpleaños.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><i>“Y mi
sangre sobre el campo<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><i>sea <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>rosado y dulce limo<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><i>donde claven
sus azadas<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><i>los cansados
campesinos”.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Tú formas
parte de mi historia y mi aprendizaje, Federico. Tenía que dedicarte estas
líneas para compensarte. Enlorquecida sin remedio y sin querer tenerlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Besos en la frente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="mso-ansi-language: ES-CO;">Ana</span></div>
<br />la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068176729514391706.post-64300419536149915742019-01-31T06:49:00.000-08:002019-02-01T07:03:45.432-08:00El reflejo del autobús. <div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">Noche fría en el exterior. Calefacción alta de todo el día en el interior. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">Ahora voy en el autobús y no puedo retirar mis ojos de ti. Estás tan guapo en ese reflejo sin darte cuenta… No te estás viendo, pero sin apreciarlo nos vemos y nos ven.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPyO8t_JOXfLZyaU4I98aA4vGOyQHLvrg9A403soI2_Lpr0C6T1jLPJfwJwvNQnRsH-V1-PlMSTIhloJqxX94OaqKBrwC1ALkE34baJp17k1PpX0G-NBXQ-TZmLWSe5MZlioq10Fn4nZc7/s1600/blog+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="557" data-original-width="750" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPyO8t_JOXfLZyaU4I98aA4vGOyQHLvrg9A403soI2_Lpr0C6T1jLPJfwJwvNQnRsH-V1-PlMSTIhloJqxX94OaqKBrwC1ALkE34baJp17k1PpX0G-NBXQ-TZmLWSe5MZlioq10Fn4nZc7/s400/blog+1.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">En un
simple cristal se refugian historias olvidadas porque un viaje da para muchos
pensamientos. Yo me miro todos los días y no en todos me encuentro. En algunos
llevo ojeras de insomnio, restos de pintalabios en los dientes, pelos
alborotados y me engaño con un “así vas
bien”. En otros sin embargo, llevo orden
y tan poca urgencia, que hasta tengo cara de <i>selfie</i> y me engaño con un “no
saques el móvil, por favor“. (Ya podría guardar en favoritos la “buena cara” para los días de vacas flacas,
pero no). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">En el
cristal del autobús veo primeras veces: nervios, alegrías, pausas, esperas,
mangas cortas y largas, entrevistas, inercia, buenas y malas noticias,
ilusiones, lágrimas de incógnito bajo las gafas de sol, conversaciones por
teléfono, planes cancelados en el último minuto, veces de tener miedo por llegar al
destino y otras veces contrarias de un querer prolongar el trayecto tanto como
mi canción favorita, tanto como un “ni contigo ni sin ti”. En resumen: más que
presente, me viene pasado. Memoria entre cristales que se pasa lista a sí
misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">Izquierda,
derecha, pitada, frenazo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">¿Por qué el
hecho de repetir las mismas acciones a diario nos lleva a olvidar el valor de
éstas? Le eliminamos la ilusión con el
paso del tiempo, como un mueble viejo pierde su capa de barniz. Y somos afortunados: aún
podemos pagar un billete y elegir un abanico de destinos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">¿En qué
momento se deja de observar el mundo a través de los ojos de niño? ¿Cuándo dejamos
de sorprendernos? Yo procedo de pueblo y allí no había autobuses urbanos. Recuerdo
que de pequeña pensaba que era una fiesta agarrarme a sus barras y continuar todo
el trayecto de pie, manteniendo el equilibrio cual Chita con Tarzán. Si alguien
me observaba de pasada desde el exterior, hasta saludaba. Era tan divertido… Y la compañía que llevaba era
tan noble e incondicional que aunque no mereciera la pena pagar dos billetes,
mi Tarzán sacaba su cartera solo por
verle el brillo en los ojos a su Chita de provincia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">¡Cuántos
recuerdos me vienen la mente! Y tú mientras tanto tan ajeno, regalando belleza…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">También he
llegado a la conclusión de que perder el bus duele como cualquier traición a la
cara. Cogerlo a tiempo para muchas mentes es un remanso de paz, para otras más guerrilleras
es un combate en conseguir asiento y dejar en remotos casos en evidencia las
malas educaciones. Para la gran mayoría es la mezcla de necesidad y prisa. Hay
tanta diversidad mental en una sola especie que asusta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">No sé muy
bien por qué escribo sobre el autobús. Soy más de metro. Pero ahora que te veo
en mi reflejo tan guapo mientras avanzamos entre el tráfico de la capital, he pensado en
la poca atención que prestamos a las maravillas que regala la inercia y en la
cantidad de palabras que caben en un reflejo, por ejemplo: en <b>el reflejo del
autobús</b>, donde sin apreciarlo nos vemos y nos ven. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">Besos en la frente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO">Ana</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4RPGHnqQvdJ8oIqBjQdq74IfW-vgeg_LmbOCMOA_5xM0bAIfMatiK9_mUC4X2uiQ00S8ThHX8BQnFHvCDgLycnuAtksNg8p4CLauDpcIY3pmzvVHK4XMup7I5E0vL-yQL6VgJ4IzS1liX/s1600/IMG_1896.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="553" data-original-width="740" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4RPGHnqQvdJ8oIqBjQdq74IfW-vgeg_LmbOCMOA_5xM0bAIfMatiK9_mUC4X2uiQ00S8ThHX8BQnFHvCDgLycnuAtksNg8p4CLauDpcIY3pmzvVHK4XMup7I5E0vL-yQL6VgJ4IzS1liX/s640/IMG_1896.jpg" width="640" /></a></div>
<br />la luz de mi farohttp://www.blogger.com/profile/07306237914006262134noreply@blogger.com0